CIELO DE BOVRIL
Al cielo de Bovril
se le prenden ramos de espinillos
Por la noches esa copa florecida del aromo
tapa
la tristeza
que de día se ve tan clara
y nos va chuseando los talones
El cielo de Bovril parece una gran torta
asada
¿quién no se empachó alguna vez
con la miguita que le tocaba?
hasta hubo una mujer negra y refulgente
que curaba el empacho de cielo
Mi abuela Santa
guardaba rodajitas de cielo bajo la almohada
y cuando el hambre nos despertaba
las untaba con miel de lechiguana
y nos dormía bajo ese cielo
El cielo de Bovril tiene fuegos
en sus estrellas más bajas
he visto a mi madre
estirar los brazos
para encender un tizón
recorrer los candiles
hacer una masa luminosa y tierna
llenar un tazón
y en el rescoldo de su cansancio
hacernos dormir
para que el cielo no nos llene los
ojos
de flores de espinillos
Del cielo de Bovril
mi hermana descolgaba labios
de luisitos y no sé que mas
los besaba y les hacía prometer
amor eterno
mientras corría saltando las cunetas
y las rayuelas que nunca tuvieron cielo
En el cielo de Bovril
los cometas se paraban largo rato
para ver a mi hermano el Tongui
haciendo rabonas o mareando
a su propia sombra
gambeteando a las maestras
tirando un centro al destino
diciendo cabecéala
Bajo el cielo de Bovril mi abuelo
se bañó muchas noches en el rocío de la
madrugada
mientras apagaba estrellas en ginebras o en cimarrón ensillado
y en la oscuridad del alcohol
veía mujeres hermosas y les hablaba
Un día vi en ese cielo de Bovril
unos ojos celestes
los miré me miraron
los bajé de ese cielo tormentoso
daba vergüenza andar
con esos ojos mirándome
y los escondí en un nido de golondrinas
Ahora vuelvo al cielo de Bovril
a buscar esos ojos que ya no me miran
para ver el cielo
y las estrellas bajas
y las flores de espinillos del cielo y de
la tierra
© Ramón Altamirano
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