Homenaje a Élida Manselli en su fallecimiento
En tanto te acercas batalla verde cortante.
Impulsas la orden de los mitos,
campaña lejana de aullidos dulces,
de caos suspendidos y de silencio...
¡ Desesperada misión tu pata en llamas!
Todo me impulsa
y vuelvo la cabeza a la caballería distante,
a los frentes sin sombras ni luces en la luna,
donde la materia era un trago perdido.
El hemisferio quebraba la membrana mejor,
la sangre se coagulaba
en las manchas violentas del siglo,
¡ Desesperada misión tu pata en llamas!
Desesperado galope de hierbas, matices y espejos
rasgando los latidos en el manantial reinante.
Yo tenía miedo en la paciencia.
Ascendía el agua mezclada de olores e infinito,
ojos, ojos para volcarse en llamas
como una serpiente desplazada cada día.
El aire del sauce
savia de libertad,
la lengua del aire
sin cerrojos que amenacen
los reflejos del paisaje,
liviandad abriéndose en el cielo,
como un todo o una nada,
que acalla el tropezar del siglo.
Mi mano cerrada aún en un coliseo de aves,
donde los nidos del amanecer están guardados
dentro del dolor,
mis árboles aún guardado dentro de espejismos.
Mi espejo cincelado a medias
y este aire que alza mi planta,
que filtra mis deseos y las flores lejanas,
aire que clava el aguaribay de mi conciencia.
Ha recibido el Primer Premio Municipal a Obra Inédita, por su libro de poemas “Gracia-Torcaza”, Ciudad de Buenos Aires, 1974.
Se han realizado traducciones de sus poemas en varios idiomas, ha participado en numerosos congresos, jornadas, recitales y revistas literarias nacionales y del extranjero
Biografía extraída de mispoetascontemporaneos, tal como me la enviara en su momento Élida.