Poema de Edna Pozzi
Como claros inútiles las plazas solitarias
detienen la fealdad de las ciudades
Yo he amado esas cosas que esperan
ser expulsadas de la belleza
y resisten aún entre matas de jacintos amarillos
Ahora cuando encuentro una plaza solitaria
apuro el paso para alejarme
Me repele el hedor de poemas muertos
que exhalan en la tarde
cuando las ciudades asumen su perversa hermosura
y corren, entre latas y perros
con el estupor de los inocentes.
© Edna Pozzi