20/12/13
Que en estas fiestas que se avecinan se priorice la paz y el
amor. Que el mejor regalo sean “los abrazos”, los “te quiero”, los “te
necesito” a quienes amamos, a quienes tenemos al lado, a quienes compartimos la
vida. Que el mejor pan sea el que compartimos con quién lo necesita. Que
brindemos por el afecto, por el respeto hacia el otro, por el respeto a la
naturaleza, a los animales, a las flores, al agua y al universo todo.
Recordemos que con cada cohete estamos lastimando a los perros y a los gatos,
además que, con cada cohete le estamos quitando un juguete, un plato de comida
a quién en estas fechas lo necesitan, no gastes al pedo invierte en hacer feliz
a alguien. Recuerda cuando brindes a quienes ya no están corporalmente con
nosotros pero que forman parte de ese corazón que llevamos dentro. Recuerda al
desamparado, al enfermo, al triste, al que está sólo y si es posible invita a
compartir tu mesa, tu familia aunque sea a uno de estos seres y verás la
felicidad que te invadirá.
Que las fiestas no sean solamente para recibir regalos y
comer y tomar. Que sirvan para crear conciencia. A mí en particular las fiestas
me agradan por el encuentro en familia, por ir a mi tierra, estar con mi rio,
con mis amigos de la infancia. Pero me entristece mucho saber que alrededor no
todos la pasan bien.
Hagamos del festejo un acto de alegría, de comunión y de
solidaridad, compartir es la mejor bendición que podemos recibir.
Con estas palabras les deseo a cada uno de los que leen este
texto MUCHAS FELICIDADES y que cada uno logre, desde su pequeño lugar, hacer
del mundo un sitio mejor.
Un abrazo a todos, Gus…
Poema de Jorge Boccanera
OJOS DE LA PALABRA
a
Octavio Pineda
La palabra,
fogonazo entre el deslumbramiento y el hartazgo,
viaja sobre los hombros del enigma.
¿No quiere ver? (Ve sin querer): estrellas que atraviesan
usinas de ceguera, correntadas de nadie.
Es iguana en la roca calcinada, una pata en el aire, la otra
en el infierno.
Su cuerpo breve da una sombra inmensa.
Quieta no se está nunca por el fuego cruzado de la sangre.
Un chasquido de lengua la echa a andar por baldíos
donde lo ruin humea y pudre el aire.
A horcajadas, con
los ojos vendados. No quiere ver.
(¿Ve sin querer?): bolsas de estiba, dientes de nicotina,
y un corazón sin aparente anhelo que acampa en el vacío.
Esa palabra lleva en su aliento un viaje, un detenerse,
un continuar.
Sus patas diminutas
lo tocan todo por primera vez.
© Jorge Boccanera
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Etiquetas: Jorge Boccanera
Texto de Paulina Juszko
Los
primeros días no te miro demasiado, como a esos tipos que nos gustan y no
queremos que se aviven. Apenas me percato si tus olas vienen derechas o al
sesgo. Atenta solamente a asegurar mi lona para que no se la lleve el viento y
a orientarla de modo que el sol me dé de lleno. Atenta al libro de turno.
Jugamos
a los desconocidos, pero poco a poco se impone la vieja costumbre. Ya no con el
mismo ardor. Antes me entregaba a tu abrazo apasionado apenas llegaba a la
playa y mi cuerpo joven gemía de placer; ahora me asustan tus embates, a veces
sólo te dejo lamerme los pies. Antes te lo gritaba; ahora sólo musito que te
quiero, loco.
© Paulina Juszko
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Poema de Liliana Chavez
Estoy en nieblas
anochecida
sin saber qué hice con la luz
cuando la tuve.
© Liliana Chavez
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Poema de Mónica Angelino
cae la baba
hay huesos
que el hambre
no puede roer.
© Mónica Angelino
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Poema de Oscar Perdigón
hacia un costado y el otro
la nada
al frente y hacia atrás
otra vez la nada
en cada esquina
del pensamiento
la nada tridimensional
y en el centro
este ser
esta vibración de angustia
de soledad y de impermanencia
una aberración
un absurdo
un error
con sus puntos cardinales
apuntando
hacia un espejismo
© Oscar Perdigón
Poema de Carolyn Riquelme
Dos
Nosotras
que somos débiles
que nos cobijamos
en bosques de bambú
entre panales de miel
(y entre flores sin descendencia)
nosotras que sabemos
morir a cada rato
y vivir también, pero al revés:
como el agua en la ballena
como lágrima patas arriba
dulce de consuelo
en el vino
agrio
A nosotras que nada
nos conmueve
ni siquiera ese rayo de bruma
que se rompe
en plena calma
© Carolyn Riquelme
Poema de Verónica Peñaloza
O podemos tener cada
vez más palos en los autos
para defenderse
como corresponde
Podemos seguir cerrando barrios y mundos y esperanzas,
subir la dosis de pastillas para dormir mejor
subir la tele para dormir mejor.
(-pero qué
ojos más grandes tienes
-son para
mirarme el ombligo mejor)
Y podemos fabricar armaduras
cada vez de talles menores
para usarlas desde
más chiquitos
O podemos pedirle las anteojeras a los caballos
para no enterarnos si el vecino tiene hambre de amor.
(-pero qué
boca tan grande tienes
-es para gritarte
mejor)
Podemos pedirle al gps
que venga con muchos más avisos de zonas peligrosas
seguir
quejándonos de todo lo que no nos
gusta
pero hacemos
poner cercos
electrificados
para quien quiera alejarnos de nuestra zona de comfort
seguir fortaleciendo la cadena de montaje
de nuestro
sistema educacional
y dejar que los niños se ensamblen como puedan.
(-pero qué
piernas tan grande tienes
-es para
escaparme mejor)
Podemos todo eso
o sentir que el plan b nos lleva a la extinción
de ser humanos
Y empezar a construir un plan A.
© Verónica Peñaloza
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http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com.ar/search?q=ver%C3%B3nica+pe%C3%B1aloza
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Poema de Rubén Gómez
(desaprende)
desaprende el fuego
y lo enciende para enfriar las sombras y que baile el humo /
nada de calor ni luz /
nada que haga hogar a la casa //
desaprende
la mirada y abre los ojos cuando no hay qué ver //
desaprende
el aire y lo exhala /
sólo eso exhala //
y desaprende
como si se lavara la tiza del corazón /
como si el puesto hubiera explotado hacia adentro /
y escupiera las esquirlas desde las venas //
la piel no es impermeable /
no se inflama la desaprendida /
fría como sombra que baila con el humo //
nada de calor ni luz //
desaprende
los labios y deja que se peguen al hielo /
y se suiciden en el beso para atrás //
desaprende
el agua y no deja que corra /
la bebe salada del desierto para secarse /
nada de sed ni ansia ni espejismo //
desaprende
las manos y las hace arrastrarse
en cortezas y espinas /
raspadores /
hasta sangrar la caricia /
que exilia al pétalo //
desaprende
el viejo //
© Rubén Gómez
Más del autor en la primer parte del blog:
Poema de Claudia Ainchil
EN SUSPENSO
Estupefacta, los ojos bien abiertos
la nariz insomne intentando respirar
los labios siendo intención de imagen
con gritos en suspenso
oídos, solo una lucha de moralejas
que ocupan sitios
estupefacta,los pelos enredados
cual maraña a propósito
poco han aprendido-digo en las noches
despojada de oyentes-
inmóvil incorporada en vorágines ajenas
o en las propias vorágines que adormecen
siendo extranjera en un destierro impuesto
por necedades y azar...
la piel aun se estremece
estupefacto corazón
huelo jazmines
bruscamente la vida
luminosidades detrás de los silencios...
© Claudia Ainchil
Más de la autora en la primer parte del blog:
Poema de Lidia Cristina Carrizo
La 9 de Julio
Las calles de Buenos Aires guardan sus ecos.
Esas cosas que inesperadamente son resortes,
siembras de palabras, aconteceres muy gratos.
Templados de la sorpresa de rostros,
perfiles poéticos de alguna vez, emitidas
ante el suceder de la música metafórica,
que emanan y hermanan nuestras almas.
Lo mismo, en distintos escenarios
que no nos es extraño.
Aquél patio, el perfume de una
noche inigualable en Bs. As.,
de otros que ya han sido.
Asidos de ciudad en un nuevo sol
que atraviesa de norte a sur para
llegar al Río de la Plata.
Las Avenidas siguen ese ritmo tumultuoso,
olor a barrido en el ajetrear ciudadano con
un tango, un rock o una cita con esperas, en
ese café donde siempre un amigo aguarda.
También he aprendido que
"La 9 de Julio" tiene sus ecos!
© Lidia Cristina Carrizo
Más de la autora en la primer parte del blog:
Poema de Rita Kratsman
y la lluvia llenaba los baldes, me pregunto
si las gotas sobre los vidrios no éramos nosotros
diluyéndonos con el tesoro de la vida
o sólo marcas acuosas
hacia una región tonal convincente
pero ese parloteo en lengua muerta
mordió con sus electrodos nuestro cuerpo
y no nos sacó de la trasnoche
de lo redondo de la vigilia
quedó un laberinto de zarzas marrones
nada que no haya sido para siempre sin embargo
hay casas donde la alegría
siguió intacta
y con esa vacante nos moldeamos
hay que dejarse llover
sin explicaciones, después de todo
¿cuántas veces lo hicimos?
al aceptar los grises oscuros de las palabras
mientras
nos expatriábamos hacia las higueras
© Rita Kratsman
Poema de Mónica Fazzini
Granizo discreto
lágrimas cristalizadas
alborotan
cobijándose en la zanja
su vida
breve
se hace agua
© Mónica Fazzini
Etiquetas: Mónica Fazzini
Poema de Ivana Szac
"Siempre estarás
a
d
e
n
t
r
o
de mi sed
en mis
r
a
í
c
e
s
al abrir y cerrar mis ojos"
© IVANA SZAC
Más de la autora en la primer parte del blog:
Poema de Eduardo Espósito
MEDICINAS
Yo creí que el amor y la empatía
te lo vendían en dosis homeopáticas
para el consumo del hombre y la mujer
La prevención
El fraude
El difícil equilibrio del que dice amor
y te inocula su cuota de veneno
(que fue remedio un día)
Y vos que te parás frente al espejo
y la llamás a Alicia
como si Carroll tuviese algo que ver
con tu naufragio
Nadie puede salvar a nadie
Vivir es deambular por el Titanic
buscando una caricia
un gesto que sea claro
en un mar que se hunde
Morir es no encontrar esa caricia
Inflar globitos para siempre
donde la luz no importe
Vas comprendiendo ya?
Viste qué fácil?
Me ducho
Me afeito
Y desinfecto de tu orina los espejos
El tiempo es un hacha que cura.
© Eduardo Espósito
Más del autor en la primer parte del blog:
Poema de Cecilia Glanzmann
ANTE LO INASIBLE
Si uno mide el lazo
el que nos une y distancia
y nos reúne
las ciencias exactas se tornan inasible lejanía
y el quamtum nos avanza en la conciencia.
Hay una vibración luminosa
que acelera el atrevernos, solidarios,
hacia el otro.
Se deshace el planeta como fresca cuajada
en nuestras manos torpes
se escuchan como tambores rugientes
las profecías de los antiguos
con temor en algunos
con felicidad calma en otros.
Hay una vibración luminosa
soltando el amar y el perdonar
en comunión.
El tiempo alternativo se agosta
la alineación armónica es cambio.
La ventana se nos abre al Real Tiempo
el Real Tiempo del Universo aguarda
sin las vestiduras de Maya.
Mientras tanto
lo asible se instala en las nuevas geografías
de lo humano.
© Cecilia Glanzmann
Más de la autora en la primer parte del blog:
Poema de Marina Cecilia Kohon
de las visiones del desierto
VIII
Cruces de sal me dibujé en el cuerpo
que no detuvieron mi caída
ni tampoco a tus uñas
esperando
en el deleite de los rojos.
© Marina Cecilia Kohon
Más de la autora en la primer parte del blog:
Poema de Sonia Rabinovich
Ella tenía el talismán
y la palabra oficiaba los milagros en su canto.
Podían llamarla en madrugada
para pedir endechas de rodillas
Oh, tu la de la maleta de piel de pájaro
para ti el corcel que te libere
de esta cárcel de humo donde nada te encuentra
Oh pequeña mendiga
yo susurro a los vientos las palabras que salvan
duerme, quede vuelta en revés la carta del loco
maga de ti, te auspicio.
Madrugada.
Ella tenía el talismán
y no alcanzó a escuchar la última llamada.
© Sonia Rabinovich
Etiquetas: Sonia Rabinovich
19/12/13
Poema de María Ángeles Pérez López
Dos piernas, dos rodillas, dos tobillos,
los dedos diminutos de los pies
que son tan parecidos unos a otros
y suman sus falanges en parejas,
los huesos semejantes, sucedidos
y su contaduría vertebral
para escribir el peso o el fulgor
son nómina y carbón en papel copia,
perfecta simetría con que el cuerpo
busca no estar tan solo y se consuela
del lunes y su abrazo envenenado.
Por eso se acompasa en paridad,
escruta sus meninges, sus alardes,
su tiempo entristecido y concluyente
y cuenta sus costillas mientras gime,
porque es inmensa la llanura sola
y el sol está tan lejos como el mar.
El día en que nos faltan los afectos,
palabras olvidadas como trébede,
justicia, lapicera o resplandor,
cuando estalla la flor de la torpeza
y aroma los manzanos al troncharse,
el cuerpo se conforma como puede,
busca su concordancia, su acomodo
para la ley de las compensaciones
y balancea su peso duplicado
por el estrecho beso de lo dual.
Tan sólo los impares desiguales
–el sexo, el corazón o la cabeza–
revientan en su plomo solitario,
reclaman con ardor para la sed
y exigen de algún modo compañía,
un canto en que se enreden otras voces
haciendo más liviano el universo.
© MARÍA ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ
Poema de Germana Martin
llueve
el refugio de la lluvia
saberla allí
definitiva en sus señales
sentirla sobre el tejado viejo
su golpeteo en la ventana
su cuándo cesará
su nostalgia
su incertidumbre
su persistencia
su ronroneo en la gotera olvidada
nunca llueve fuera
nunca
siempre llueve
en el cielo
dentro nuestro
© Germana Martin
Poema de Francisco José Malvárez
SILENCIO
tengo un silencio
enorme, enorme
un silencio de puerto vacío
de pueblo abandonado, fantasmal…
de pueblo pesquero con su puerto vacío
ya sin peces en la mar ni amores en los muelles
tengo un silencio
enorme y brutal
uno de ventanas calladas y de puertas sin nadie atrás
un silencio frío, silencio de invierno en el alma
de invierno y soledad
tengo un silencio
enorme, brutal y cruel
silencio de olvido
silencio pesado
silencio de piedra en la sima
silencio de hombre muerto que respira
silencio de perro echado a la intemperie que a lo lejos ve
ve y ventea con nostálgico dolor
tengo un silencio
que me aterra, brutal, cruel, enorme
un silencio de esos tremendos
de esos que no se pueden nombrar
de esos que no tienen palabras… silencio del mismo silencio
silencio de silencio que te estruja las entrañas
que te ausenta y no lo puedes llorar ni gritar ni nada
silencio que sólo se experimenta y no se puede imaginar
silencio-silencio que se te mixtura y te hace él
y eres así, silencio profundo sin principio ni final
silencio que envidian los difuntos y a los dioses hace
temblar…
tengo un silencio
hondo
un silencio decía,…
… tan cerca de la total orfandad
© Francisco José Malvárez
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http://mispoetascontemporaneos2.blogspot.com.ar/search?q=Francisco+jos%C3%A9+malv%C3%A1rez
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Poema de Gloria Oscares
OTOÑO
Olor a tierra mojada
y en la penumbra del cuarto
susurros
palabras
conversaciones
Los pájaros cantan
en ese milímetro de árbol
que los une
Secreto de calendario
que se despliega
en nuestros oídos
como un puente
Vacilaciones de la luz
en cada ademán salvaje de ternura
Y después
la madrugada de un paso
sobre el rojo del otoño
© Gloria Oscares
Etiquetas: Gloria Oscares
18/12/13
Poema de Ana Guillot
a mi nieta Juana
casi fantasmal canta
no hay
en esa noche otro sonido
más carnal que esa voz
atenuada en su cauce
alivianando
negruras y tristezas
nido o manantial o canto
ella entona
lo que quiere la niña
que sonríe
deslumbrada y frugal
pajarita en sus brazos
risa o mano que abre y cierra o pestañas
el canto que ahora late
el verde en ese canto
como si la naturaleza toda
iluminara
el pequeño lugar
donde las dos hembritas
se amamantan
la nieta tiene un hilo
en la mollera
de pura luz o brillo
y la abuela
tejerse quisiera en ese hilo
para reinventarse
como si el jardín
volviera en la canción
y ella estuviera
por detrás de la tila
esperando
sucesos y reencuentros
hay
en la habitación
un río que las mece
que se las va llevando
en lenta placidez
se amamantan las dos
vínculo o laboriosidad o herencia
de la herencia
apenas ese espacio
sencillo y tenaz
donde el nombre se amplía y persevera
© Ana Guillot
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