Se nos fue Michou y nos quedamos más solos. Los poetas nos quedamos más solos, los seres humanos nos quedamos más solos.
Mujer, amiga, poeta enorme que irradiaba luz y buena energía siempre. Es una tristeza su partida, Una tristeza para mí en lo personal y para el blog. Un abrazo enorme a sus familiares y amigos, Gus.
“Creo que empiezo a darme cuenta del
placer propio de los bosques de pinos”
Francis
Ponge
Llueve muy manso ha llovido.
Bajo el pinar van creciendo hongos
blancos se muestran felices
anacoretas fatuos
con redondos penachos
sólo un pie los sostiene.
Algo velado los irá cubriendo
de mortífera herrumbre.
No saben que la constante humedad
es motivo de su existencia
tan frágil ante el más mínimo roce.
Entre las agujas secas del pino
la rutina de la naturaleza
inexorable rotación de rueda
expande naranja una fronda
natural tapiz para ese hongo
espontáneo curioso.
Entre el bálsamo y la pausa
con perfume discreto
todo lleva a la contemplación
y posiblemente a la luz
don de un dios presencia inefable
que a gusto deambula entre los pinos.
© Michou Pourtalé
La mujer sin espalda se sostiene
con un solo pelo de la nuca
vive en vilo constante el transmutar
remueve sin pala la tierra de un vacío
que detrás la vuela de su angustia.
A partir de un ojo iluminado
ella apunta adelante hacia la meta
no le importan el pasado o la víspera
del mañana, nada la tumba ni aflige.
Nada con estilo pecho suelta su universo,
agudiza el agua de la emoción
trance que la impulsa desde la orilla
cementada del estanque.
Espora de un raro helecho esta mujer
va rasgando las aguas de un infierno
con el arrastre del viento de su boca.
© Michou Pourtalé
El bastón del ciego desbarata la trayectoria
de las cosas que vemos y aquellas que no
toca
las intuye como suyas ni siquiera ajenas
entre manos se adelanta con un toc toc
vacilante y al paso escueto nos abstrae.
Horizonte vertical, batuta utópica
la blancura del bastón ilumina la vereda
y el edificio más próximo irradia
en permanente estado de asechanza.
Los que llevan el iris, la pupila sana
a medias penetran la rara opacidad
de esos ojos, claroscuro sin semblante
donde un espejismo glauco llena dos cavas.
Nosotros abrimos la puerta y el ciego pasa
con gesto agradecido tiende candidez
sin apremio confía en el apoyo
de su bastón que alinea el paso incierto.
El ciego tilda el suelo, cada recoveco,
criterioso avanza, sabe que la gloria
lo acompaña, atravesaría con ella
cualquier umbral, nada se le interpone
sólo delinea una sonrisa inescrutable.
© Michou Pourtalé
Biografía que figura en el blog, no
actualizada:
Michou Pourtalé nació en Azul, Provincia de
Buenos Aires.
Publicó los siguientes poemarios:
Milenaria Caminante, Botella al Mar, 1997.
Hombres en Sepia, Grupo Editor
Latinoamericano, 2000.
Signos Tardíos, Nuevohacer, colección
Escritura de Hoy. 2003.
Sus poemas fueron publicados en las
siguientes antologías: Veinte voces de Buenos Aires, Libros del Zahir, 1996.
Antología del Grupo Zahir, 1996. Poesía Argentina de fin de siglo, Vinciguerra,
1997. Antología de Poetas 1, Gente de Letras, 1998. Libro sin dueño, Libros de
Tierra Firme, 1999. Mar azul, cielo azul, vela blanca, Botella al mar, 1999.
Antología de Poetas, Narradores y Ensayistas, 25 años de Gente de Letras,
Dunken 2004. Summa Poética 2004, Vinciguerra, colección Metáfora, 2004. Doce
Poetas Argentinos del Siglo XXI, ediciones Eleusis, Buenos Aires Argentina 2005
con prólogo, selección y notas de Nina Thürler.