EL PANTANO
Así venidos de un remanso
de aquellas aguas
corriendo a un mar donde
volcaban la sed ahora en el pantano
sin poder asirse a las raíces de ninguna
orilla.
Hundiéndose inexorablemente
pensando que nada les tocará la frente
ni la sombra
o el frescor de la maleza
ni el suspiro
o la palabra sanadora del hermano
porque ya se hundió junto a los otros.
Así los ojos brillantes sin que haya
tiempo para el llanto
viendo con desesperación
alrededor si alguna mano
una canción un sortilegio que los salve.
El día llega y es un vidrio
filoso como un puñal
no hay manera ni protocolo
capaz de contener su daño
pero es letal como arma blanca.
Su filo abre la carne
y hay riesgo de que por allí
hasta se les vaya el alma.
Como en un ecosistema serán
sedimento que cubre el fondo.
Sobre sus cabezas crecerán
los matorrales los árboles hundiendo
sus raíces en el lecho enriquecido
por ese peso muerto.
Lo que alguna vez fue energía
puro vigor vuelto abono para dar
nuevo sentido en esas copas
bajo sus ramas en la gramilla
donde anidarán las aves los mamíferos
los castores los reptiles los insectos.
Todo un paisaje bucólico
en el que reinan tiernos animales.
Justo allí donde alguna vez
sudaron hombres y mujeres
se rieron descuidadamente
justo allí.
© Patricio Emilio
Torne
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