28/9/13
Poema de Jennie Escobar Montes
Los síntomas del sol.
Los síntomas del sol
se ven en los
escalofríos
de las sillas,
y se leen en los reportes
de las moscas.
Los rayos de sol
son niños jugando a
ser penumbra.
Los espejos mienten
con todas sus letras arrugadas
y los números encanecidos
a flor de piel.
Yo no sé
lo que es ser o estar
en cambio
beso
el risco inquieto
de la madrugada
y escucho gritar al temor.
© Jennie Escobar Montes
Poema de Fabiana Posse
Desencuentro.
Sé que cuando un animal no duerme, el barrio suelta la paz en los diarios.
Sé que los brazos de arena se derraman congelando
cerraduras.
Sé que un lobo azul y
sus pupilas resbalan afónicos de miedo.
Sé que él dilata su herida invisible bajo la sombra de
una muralla.
Con su olfato acaricia el brindis de mi abandono suculento.
Estoy perdiendo el
apetito de rondarle.
Porque el silencio de su cicatriz pide sangrar como un
hoguera.
La mitad de mi, erosiona
el viaje para caberle dentro.
Quiere sobrevivir a
la utopía de sembrarle mi vértigo.
Desea mover el
temblor para que ensaye dolores que me conmuevan,
alrededor de mi cuna
,
alrededor de todos
mis colores desérticos ,
alrededor de lo que me brilla.
La otra mitad de mi, ansía
abrirle una ventana animal hacia
mi rescate.
Sintonizar las
mágicas garras, negar la cobardía del
roce del pecado.
Traducir el idioma de
sus tropiezos, ganarle las palabras.
Evitar que mastique
fantasmas que nadan catárticos entre extrañas raíces.
Pero la gente suma jardines y ruidos desesperados.
Impiden que nazca el choque de los tambores de agua.
Sus ejércitos de ojos golpean la distancia y entran en
pánico los balcones.
Nadie quiere ser
feliz mientras se besan los que amanecen.
Desgarran el tiempo, desapareciéndolo.
La nada los traiciona y escupen su simulacro cegando el milagro.
Entonces.
Él se va domesticando bosques.
Y yo me voy danzando insomnios.
© Fabiana Posse
27/9/13
Poema de Antonia Taleti
Estaba a la intemperie
cuando el pájaro picoteó
su alimento, toda
sangre, carne, huesos
mientras el río frotaba
las piedras ágilmente.
También pelos y uñas
rodeada por montañas. A la intemperie
desnuda,
con los ojos
abiertos, tratando de escuchar
la voz que nunca alcanzo.
Alguien plantó el misterio y nos observa
en un juego de ciegos, oler, palpar, lamer
la presa equivocada.
© Antonia Taleti
Poema de Alicia Corrado Mèlin
Llagas
Escapa
con la palabra
apenas esbozando
un aliento fétido
de auxilio sin credos.
En una espera infectada
para investigar la fe
gime el dolor
ya ajeno
del que nadie se apropia.
Tal vez un último castigo
entregándose a una bienvenida
y que todo se esfume entonces
entre sabanas
salpicadas de sopa flaca.
No entiende de presagios
mientras gotean los minutos
sobre el tatuaje
piel
de dragones ulcerados
perforando
pedacitos de luces.
Solo un rezo vacilante
acompaña la mano débil
hirviendo en este Abril
pisoteado
de hojas no tan doradas,
no tan otoño.
© Alicia Corrado Mélin
Poema de Bibi Albert
TURNO
Espero
que me atiendan.
Pasan
hombres y mujeres con sus batas blancas,
no
verdes, sino blancas.
La
gente es tan absurda como siempre
con
sus pequeñas preguntas prepotentes.
El
altoparlante habla en altoparlantés,
incomprensible,
pero nadie se da por aludido.
A
mi derecha, el día grisea y se enjuga
con
otoño incipiente.
A
mi izquierda
más
la muerte que la vida
desfilando
en
las horizontales carrozas del olvido.
(Acá
Pablo celebró su despedida
con
todas las mujeres que lo amamos:
su
olor sigue conmigo, tantos años después.)
Los
apellidos suenan como números
desafinados
de
una lotería en la que todos pierden.
Pero
el mío duerme todavía en el buzón del consultorio,
le
veo la lengua blanca, no lo agarran,
así
que tengo para rato.
El
frío y el calor se besan y confunden.
Un
chico juega a pisar solo las baldosas negras.
Una
señora busca en su bolsa crujiente
la
verdad escondida de su día.
Yo
invoco a la paciencia
-esa
anémica diosa de los sueños-
con
bostezos, suspiros y demás bocanadas.
Quiero
un café con leche con una medialuna. O dos.
Y
a lo mejor me voy, o a lo peor me aguanto.
El
lipoma en el brazo es un emoticón
que
trata de decirme: -¡Pará, loca!,
averiguá el mensaje
que tengo para vos,
quedate piola…
¿Pero
qué más escribo?
©
Bibi Albert
Poema de Cecilia Glanzmann
PLANETA TIERRA
Sólo el amor
reúne./…/ Amar es el camino y el Todo
C. G. (Hilanderos de la Luz)
Cuando se hunden en tu vientre
como saetas volcánicas
las oscuridades que ciegan
al humano escindido en su conciencia
ese vientre felino tan tuyo
tan de madre paridora de reinos
con tajos de púas hendiéndote por todos los costados
no deja de buscar la estrella de seis puntas
que es puente de universos entre la materia
/y el espíritu.
Planeta entre dos reinos,
con fe en el amor es tu prometeico canto,
con los discos dorados guardianes del sino
con los enraizados custodios para el vuelo
hacia las escalas más altas.
Y te yergues cantando al Misterio.
© Cecilia Glanzmann
25/9/13
Poema de Mariana Vacs
ENFERMEDAD
Las palabras pierden consistencia
y el dolor es sólo una metáfora
confusa.
Me preocupa que el termómetro que mide
cual es la distancia ideal entre dos cuerpos
se haya roto esta mañana.
Voy curando la enfermedad
que repite tu nombre.
Ya no duele el silencio.
Ya no lloran las noches.
Ya no se emborrachan los poemas.
No pude encontrar
el gen que provoca el mal
dentro de mi cuerpo.
Así te expulsaría para siempre
y sin secuelas.
© Mariana Vacs
Poema de Liliana Chavez
en los silencios en el tapial de crudezas no mencionadas
(no habladas)
en ese rosario débil
incauto
en el que ya no cree
y aún le queda coraje
el coraje
de las hojas que cuestionan al viento
desde antes de ser arrancadas.
© Liliana Chavez
Etiquetas: Liliana Chavez
Poema de Alicia Borgogno
DESDE MÍ
...yo escribía palabras sobre tu cuerpo.
Luego vino la noche y las borró.
José Ángel Valente
Quizá nos encontremos frente a frente algún día
quizá nuestros disfraces nos logremos quitar Alfonsina Storni
Desde mí ,
suelto pájaros
en las
noches sin cielo,
extiendo
los brazos
hambrientos de encuentro,
acelero mis ríos
bordeados de piedras…
porque
quiero
poblar el espacio,
atrapar con mis manos
las ausencias,
correr cuesta arriba
inventando fuerzas…
para alcanzar
la sombra de tu fuga.
Para alcanzarte, apenas.
© Alicia Borgogno
Etiquetas: Alicia Borgogno
Poema de Máximo Ballester
THE MONSTER
La tortuga raspa su caparazón
contra la reja del ventanal. Produce
un temblor que retumba en los vidrios.
Es evidente que quiere entrar.
Insiste levantando la puerta de la reja
unos milímetros y se queda mirándome.
Yo le hago un gesto de susto, como en las viejas
películas de terror. Me gusta que ella crea,
aunque sea por un instante, que representa
una verdadera amenaza para toda la familia.
© Máximo Ballester
Poema de Anamaría Mayol
PIENSO EN AZUL
Pienso en azul
viene el lago
el ruido azul del viento
en la ventana
ojos lejanos
que alguna vez amé
el desengaño azul
del fuego
cuando se extingue
Pienso el azul
viene la muerte en el jardín
hortensias velando silencios
perfumes enredados
entre las sábanas azules
viene el adiós
crujiendo sobre los huesos
la distancia
en vuelo azul profundo
alejándome de ti
pienso en azul
y llueve
con tu nombre
© Anamaría Mayol
Etiquetas: Anamaría Mayol
Poema de Lidia Cristina Carrizo
He dejado
Regresar, los abandonados deseos
aquellos, que prohibidos he dejado,
aún sabiendo, que lo eran todo para mí.
En el tiempo he querido y he amado.
El futuro era otro; más seguro me decían,
para mí, una esclavitud, rebelarse lo difícil.
Cambiar todas las máscaras que me obnubilaban.
Me hacían distinta, aunque todo estaba en su sitio.
¿Dónde están mis
sueños? ¿y nuestras razones?
Regresar... Ya no se
puede deshacer lo andado.
En lo futuro concretar aquello que aún sueño nuevo!
Los años se llevan nuestra justicia, el amor, la paz!..
© Lidia Cristina Carrizo
Poema de Verónica Peñaloza
Almitas de papel
V
Dicen que ese día
los libros intercambiaron el final
las ventanas se convirtieron en salidas de emergencia de
ojos y excusas
las baldosas subieron
su autoestima y no se dejaron pisar por nadie
la gente flotó
se descreyó de la ley de gravedad
la ley del más fuerte se hizo la ley del más flexible
toda estrella fue fugaz
toda azucar fue palpable
todo grito fue sagrado.
Dicen que ese día
los colibríes golpearon las persianas del sol
los árboles treparon
hasta usar de almohadas las nubes
y soñaron la tierra,
las alegrías destiñeron
sobre todos los recuerdos.
Los carteles recortaban y pegaban el paisaje
haciéndose estribillos de la ciudad
los sombreros hacían malabares
con los pensamientos
la plaza fue pista de aterrizaje
del infinito
el viento en las hojas
hizo el himno del invierno.
Saturno hizo sapito
con uno de sus satélites
en el Atlántico
y el eco, allanó el camino.
Por eso, lo cierto es que ese día
todo era lo que parecía.
Ella iba por la vereda del sol.
Él, por la de la sombra.
Y los vino a cruzar
la parte del amor
que se colorea en esa justa intersección.
© Verónica Peñañoza
21/9/13
Poema de Daniel Martínez
EL CIRCO DE LOS POBRES SUEÑOS
Bienvenidos al Circo de los Pobres Sueños
donde la orquesta es la última en irse
después de recordarnos las canciones
con que fuimos felices
y los viejos amores nos perdonan
los pecados que nunca les hicimos
hay una red zurcida debajo del trapecio
para que los miedosos salten y salten
hasta que aprendan a volar
y una cuerda para solitarios suicidas
que dice te quiero mucho
justo en el momento más interesante
pasen y vean como las muchachas
se enamoran de los poetas tristes
y el ciego sueña con el arco iris
y el maricón con su escote perfecto
y el viejo león la cebra y el oso
se aburren como jubilados
pero no corren peligro de extinción
el punto más emocionante es cuando se rifa
la ilusión de ser por una vez en la vida
el testigo del milagro de estar vivo
con aplausos y diploma con la firma auténtica
del más viejo de los enanos
después el prestidigitador desaparece de un solo sorbo
el vino añejo que teníamos guardado para el festejo
pero en nombre de la magia
nos devuelve un pañuelo de llorar
por supuesto que escasean la vírgenes y los parientes
y solo se permiten los atorrantes que tengan estilo
se huele algo así como cierta tendencia al absurdo
y el que pierde algo definitivamente acá tampoco lo recupera
pero aprende que en el fondo nada importa demasiado
y para que entiendas de una vez por todas de qué se trata
te prestan una nariz de payaso y te dibujan una lágrima
que no se te va a borrar hasta el día en que te mueras
vale por último una aclaración indispensable:
cualquier similitud con el mundo real es pura coincidencia
ahora sí ya estás listo esta es la última función
del más pobre de los circos: el circo de nada y de nadie
donde la única entrada es un sueño no perecedero
cuidalo porque el día que desaparezca
vamos a ser pobres de verdad
y abrigate que afuera está la calle y hace frío
© Daniel Martínez
Poema de Rosa Lía Cuello
Te dejo mi mirada
el perfume leve a calendarios olvidados
el cuarzo rosa que vive en las sombras
de este corazón furtivo.
Todo será igual
las palabras canción - cuna
la hierba donde nos recostamos
las formas extrañas
de las nubes
los pájaros eternos
de la risa
la voz en tu oído
la tersura de mi piel
en la tuya
la paciencia con la
que nos hemos querido.
Te dejo los te amo
que olvidé decirte
las caricias
la verdadera soledad que nada resta
el silencio que
filtran los espejos
mis latitudes humanas
Y el verso que tanto te gustaba…
Todo será igual
Cuando haya partido.
© Rosa Lía Cuello
20/9/13
Poema de Paulina Vinderman
Esa mujer (tierna, inestable)
va detrás de la sombra de un perro más viejo
que el mundo
y escribe la historia del vendedor de escobas
como si fuera un ensayo sobre la noche.
Esa mujer tiene a veces
un brillo de tornasol sobre su nuca
Sólo a veces,
porque los días lo esfuman durante el destierro,
durante la derrota,
la derrota que se enciende puntualmente
entre las columnas jónicas -imaginadas-
a la hora en que el sol se cae,
en que el sol parece caerse para siempre.
("La última vez que nos vimos
ibas a contarme una historia, dice.")
© Paulina Vinderman
Poema de Juany Rojas
CEMENTERIOS
¿Y quién escucha tus
cementerios?
¿el crujir de tantos huesos?
sólo mis oídos desquiciados
mi insolente memoria
que parlotea sin respeto sobre las tumbas
Tumbas
apenas trizaduras en la tierra
apenas coronas de alambre y papel crepé
desteñidos nombres
sin epitafio
apenas llanto desgarrado
en la soledad más bella
y más sola
© Juany Rojas
Poema de David Rosales
CUARESMA
De pie, en esta esquina que se enciende
retiro siete espinas de mis ojos,
los clavos de mis labios,
el hinojo de mi piel.
Tarde llegaron
las oraciones.
Desoladas las calles
golpean mi semblante,
mientras, la ciudad que cargo se muere.
Apaguemos todas las lunas
dices
son los días de guardar,
bajarse del tren,
lamer ceniza.
© David Rosales Aragón
Poema de María Del Mar Estrella
HASTA LA CLARIDAD *
A Ana
Emilia Lahitte
La llevaba en la sangre
como un gesto de raza
un cetro de discreta nobleza repartido
entre todos a tantos.
(La poesía - digo - ese blasón sagrado
que transforma en substancia inalterable
la mortal aventura de
los sueños).
Ella nos hizo conocer el alto campanario de Themis Speroni
y ella quien lo hizo repicar en el mundo.
Sembradora de voces
con su mandala generoso de vigía conciente
su exquisita palabra se afelpaba en jirones sonoros
que extendían sus puentes solidarios
hacia los cuatro puntos cardinales
y sobre toda sudestada.
"La poesía - dijo - es un préstamo de infinitud
una zona de riesgo de lo salvado.
el poema será siempre el más allá de si mismo".
Ana Emilia: aquí te
despedimos.
en esta luz desierta de alta luna
y en tristeza de lágrima discípula.
Hasta la claridad *, poeta!
Y gracias!
* Silvia Montenegro
©
MARIA DEL MAR ESTRELLA