PÁGINAS
Las páginas
persisten en su sordera
acaso es mi tinta sutil
un dedo acusador
nadie quiso levantar la mirada
de aquel suelo tortuoso
ni asomarse a lo blanco de la noche
para ver
solo para ver
un crudo escalofrío subiendo
como si el todo fuese una mueca
y las ramas aullaran a sus árboles
donde los nunca se quedarán
con un sinfín de siempres en la comisura de
la boca
batiéndose a duelo con lo fugaz de algunas
estrellas
y en el estupor
detenido, azaroso y curvilíneo
se mece de claustros
aquel viejo aparador llamado vida
donde oscilan fotos jamás tomadas
y todos los manjares
saben a futuro recién horneado
lleno de mi propia inexactitud
acaudalado de pedacitos de sueños
un rompecabezas sin pieza ni final
me deshago y me vuelvo a hacer
ella sí levantó la mirada…
yacen diurnas las ojeras de mis poemas
ajados añosos
me busco de repente y no doy con nadie
cada alguien que he sido
ha podido encontrarme
y hoy persigo promesas
un poquito de esa sopa
que refleja luces de vela
arrimando ilusiones como pan
para el alma
y desgrabo absurdos
reservo soles
toda mi habitación
es el mundo
cada paso aluniza
mis mares sustitutos
en el claro de otros desiertos
tan absolutos como la nada
y en el vano de todas mis puertas
lo más parecido al atardecer
viste con sonrisas
mis horizontes
y se desata con el sigilo de una mariposa
anhelando lo que llegue de la aurora
inmerso en un todavía
suntuoso desdén de martes y flores
aglomera brisas apaciguadas
dormita lechos de luz
como de nada se vacía lo que no está lleno
así vuela lo que siempre tuvo alas.
© Cristian Jesús
Gentile
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