Poema de Pilar Sanjurjo
Desde el balcón comentamos el crecimiento incipiente
de un árbol pequeño en la medianera del edificio de
enfrente.
Vos lo miras fascinado creo que un exceso de esperanza
depositada en esa endeble rama raquítica.
Los días son silenciosos en tu balcón
somos vos y yo y la
estúpida rama todo el dia
observándonos crecer.
Esta noche soñé que la rama se quebraba
y durante todo el tiempo que soñé sentí alivio por ella.
Despierta ahora veo escasamente tu sombra perimetrada
me zambullo en los movimientos de tu respiración
esperando que las primeras gotas de luz te pellizquen los
ojos
y vos los abrís molesto solo luego de haber intentado
retener el sueño
y me miras sabiendo que hace horas tengo los ojos titilando
de acá para allá
y me decis cómo dormiste y no es una pregunta aunque suene
así.
Seguimos acostados
desde el balcón llega un humo claro
corremos a mirar
Vemos el piso último del edificio de la rama raquítica
prenderse fuego no
alcanzamos a ver las llamas
Vemos el piso último del edificio de la rama raquítica
prenderse fuego no
alcanzamos a ver las llamas
nos conformamos con el humo espeso escapando desde sus poros
nos conformamos con las sirenas y el pánico
nos conformamos con imaginar los pormenores:
¿Habrá alguna mascota en el lugar? ¿habrán alcanzado
a sacar sus ahorros?
¿Qué sería lo primero que agarrarias vos?
© Pilar Sanjurjo
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