Carolina Zamudio comparte a Korondi/Ciancio/Blanco/
LEZAMA
¡Insistir con gregre para decir Lezama!
Este parque no es Gregorio
aunque haya feria popular
y al final de la semana
se respire el olor de los naranjos
(pero la verdad de la naranja
se pasea en el lecho al norte)
Acá en el sur
la fiesta de frutas ropas y lácteos
se llena la boca de domingo
Ni que hablar de los libros
grabados artesanos
Festejo tremebundo
fiesta de hormigueo música y cháchara
Volviendo a Buenos Aires
pocos dicen que en Lezama se perdió Néstor
exótico
nómade erotizado
subterráneo tan reina
En Rodó montevideano rodamos por arriba
reptan rastros
supercherías
porque también hay fantasma en las canteras
Novias entre las rocas que posan fotos de
previa
y ese espeluznante cóndor
que mete miedo
y arrebata el drama del teatro veraniego
Teresa Korondi
No es poesía
Desde el mar
sentíamos crecer
el espesor de nuestras palabras.
Como en la canción de Dylan,
una nube oscura y fría amagaba
a cernirse sobre nuestras cabezas
a echar sombra sobre lo vivido.
Por eso preferí verte entre el oleaje
para saber que hay un universo posible
en tu mirada acerada
un estado de luz poco usada
que la realidad escamotea
Algo líquido irisado que te rebasa.
Todo esto de acá arriba
es pura poesía. Mala poesía,
gritaste, mientras te alejabas
nadando sin esfuerzo
Gerardo Ciancio
En tu casa y en mi casa es la misma hora,
suena la música casi todo el día y me pregunto si escucharás aquel disco duro
que te regalé con tantas canciones. Es probable que le hayas dado otra
utilidad, nada queda de aquel muchacho sensible que conocí. La rutina te ha
ganado el cuerpo, te inventaste otra forma de resistir que a mi no me gusta,
más bien me provoca rechazo. Has encontrado, parece, la horma de tu zapato. En
las fotos, a veces, se te ve feliz.
Sonrío al pensar que hubiera atravesado
mares, desiertos y montañas para encontrarte. Era una chica enamorada e
ingenua, tan fuerte, tan aguerrida, tan ilusionada. Nada de eso pasó, no fue
necesario. El amor necesita alimento, no sobrevive en el silencio y la
ausencia.
Sin embargo, dos por tres te aparecés, un
recuerdo, una canción, un sueño.
Escucho una radio cursi de tu lugar esperando señales, canciones que hablen por vos y aparecen desconocidos que cantan de un amor, de la soledad, de la lejanía. Siento escalofríos aunque hace calor, me impresiona la fuerza y el ruido que provoca el silencio, la no comunicación. Se corta la trasmisión, estamos tan lejos efectivamente y tan perdidos en el tiempo que no alcanza ningún esfuerzo, ni tuyo ni mío, para que volvamos a cruzarnos.
María Laura Blanco
Etiquetas: Carolina Zamudio
6 comentarios:
Gracias Caro y a tus poetas invitades. Abz, Gus.
Me encantaron los poemas. El de María Laura tiene un cierre magnífico.
Abrazos
Elisabet
Muy buenos poemas y texto.
Felicitaciones!!!!
Muy buenos poemas.
Felicitaciones!!!.
Lía Cosse, lialil30@gmail.com
Gracias por el magnífico aporte de invitados
Muy bien María Laura. Tu narratio mueve mucho. Sebastián Jorgi.
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