5/1/16

Poema de Graciela Perosio


En una copa de cristal tallado
guardo viejas conchillas, restos fósiles
de pequeños animales marinos.
Busco en ellos un olor a mar
que no responde.
Oigo los agudos que produce frotarlos,
llega tu risa
con las olas grises de tiempo.
Eramos jóvenes -¡tanto!-
La pelota de voley vuela
por encima de la red en la arena.
Tus ojos verdes brillan.
Todo está allí,
en la copa de cristal tallado
donde revuelvo las conchillas.
Todo,
pero te extraño.

                    (para Susana, in memoriam)



© Graciela Perosio
Foto: Gustavo Tisocco

3 comentarios:

Blogger Ines ha dicho...

Muy bueno. El valor rememorativo de los objetos, las sensaciones y lo que nos traen al presente. Abrazo. Inés Legarreta.

9 de enero de 2016, 14:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La copa rebalsa con el recuerdo de un instante de volley y el rumor que las caracolas agitan.

9 de enero de 2016, 22:16  
Anonymous susana szwarc ha dicho...

Graciela, hermoso poema. Un abrazo!

25 de enero de 2016, 12:52  

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