Poema de Ignacio Giancaspro
POEMA PRIMERO
Atleta olvidado
Pensador sombrío
Soñador ardiente
Arcángel dormido
He escuchado
corceles en mis venas
y sentido al Oráculo
anunciar los signos
En la noche espacial
la magia alquímica
ausente de alquitrabes de cristal
prepara mi retorno
Yo no pensaba
que en mi sencillo atardecer
se abriera el canto
pero allí están Ellos
Yo lo sé
Mis ancestrales dioses me lo mandan
Debo renacer
Hoy he nacido
© Ignacio Giancaspro
12 comentarios:
siiiiiiiiiiiiii, ese final me llena de alegría, broche a un poema que solamente un tremendo juglar puede escribir. abracitos, ignacio, y gracias!susana zazzetti.
qué mandatos del alma!!
Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Cariños Ignacio.
Un poema que te representa en alma y cuerpo,
Michou Pourtalé
Precioso y trascendente poema.
Me atrajo la trascendencia del ser en un poema directo y breve, muy grata lectura.
Abrazos
Betty
Me atrajo la trascendencia del ser en un poema directo y breve, muy grata lectura.
Abrazos
Betty
Bellìsimo, amigo!!!
Besossssss
¡Bello poema, Ignacio! Metafísico, sentido. Ha sido una grata sorpresa conocer tu poesía a través de Mis Poetas Contemporáneos.
Un cordial abrazo.
Mariano Shifman
Muy buen poema, Ignacio, como una misteriosa leyenda con final feliz.
Un abrazo
Isabel Llorca Bosco
Muy buen poema, Ignacio, como una misteriosa leyenda con final feliz.
Un abrazo
Isabel Llorca Bosco
Hola Ignacio: un grandísimo poema, con una gran carga ancestral, una gran apertura al infinito, como si el "eterno retorno" se hiciera tangible, "en la noche espacial". Tanta "magia alquímica", tantas vidas y la lucidez de saber que se ha sido "atleta olvidado", dan como resultado esta obra mestra de la fuerza y la síntesis. Grandioso, querido amigo, cada vez que leo este poema me gusta más. Con mucho cariño Irene Marks
Hola Gus: además del magnífico homenaje que le hiciste a Ignacio, hoy encuentro este Poema Primero, que fue su primer poema, así... perfecto, redondo, salido de los siglos.Recuerdo cuando lo leyó en el taller literario del querido Simón Kargieman. Hoy cuando debemos lamentar su muerte aun tenemos su magnífica poesía, que nos sigue iluminando, gracias a quienes la difunden, como vos, querido Gus, alma del Universo.
Un abrazo
Irene Marks
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