19/6/20

Laura Yasan recuerda a Olga Orozco



ESA ES TU PENA

Esa es tu pena.
Tiene la forma de un cristal de nieve que no podría existir si no existieras
y el perfume del viento que acarició el plumaje de los atardeceres que no vuelven.
Colócala a la altura de tus ojos
y mira cómo irradia con un fulgor azul de fondo de leyenda,
o rojizo, como vitral de insomnio ensangrentado por el adiós de los amantes,
o dorado, semejante a un letárgico brebaje que sorbieron los ángeles.
Si observas al trasluz verás pasar el mundo rodando en una lágrima.
Al respirar exhala la preciosa nostalgia que te envuelve,
un vaho entretejido de perdón y lamentos que te convierte en reina del reverso del cielo.
Cuando la soplas crece como si devorara la íntima sustancia de una llama
y se retrae como ciertas flores si la roza cualquier sombra extranjera.
No la dejes caer ni la sometas al hambre ni al veneno:
sólo conseguirías la multiplicación, un erial, la bastarda maleza en vez de olvido.
Porque tu pena es única, indeleble y tiñe de imposible cuanto miras.
No hallarás otra igual, aunque te internes bajo un sol cruel entre columnas rotas,
aunque te asuma el mármol a las puertas de un nuevo paraíso prometido.
No permitas entonces que a solas la disuelva la costumbre,
no la gastes con nadie.
Apriétala contra tu corazón igual que una reliquia salvada del naufragio:
sepúltala en tu pecho hasta el final;
hasta la empuñadura.

© Olga Orozco



química orgánica

todo el tiempo que tarda el corazón en olvidar la música
y acostumbrarse al ruido de hojas muertas
que desprende el recuerdo cuando avanza

todo el tiempo que tarda en separar
hebras impuras del oxígeno
latido de temblor
señales en la falla

todo el tiempo que tarda en reaccionar su ángel sometido
la boca azul contra la noche
ese torrente oscuro que va en la cicatriz
como un pez por el cauce del misterio

todo el tiempo que tarda en corromper
la ruta del carbono
y arder bajo la nuca el tronco de su árbol

se rasga en las mejillas una alfombra de seda 
la lengua flota en una ciénaga
y es un beso de sal sobre la llaga
todo el tiempo que tarda el corazón
en dejarte partir


© Laura Yasan

Etiquetas:

6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermosa selección! Gracias por compartir.
Tere Vaccaro.

19 de junio de 2020, 13:30  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Olga Orozco, única, inmensa. Y nuestra Yasan no se queda atrás con su "Química orgánica" Imprescindibles poetas.

19 de junio de 2020, 14:52  
Blogger Unknown ha dicho...

Buenísimos poemas!

19 de junio de 2020, 15:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué placer encontrar y leer aquí juntas a dos poetas inmensas! Olga Orozco: poesía de hechizo, sueños, revelaciones, de imágenes alucinantes y plenas. Uno de sus últimos poemas, es el que más me gusta: "Allá lejos, ¿para qué?" que comienza diciendo bajo un epígrafe de Mallarmé: "Ni mi carne fue triste ni tampoco leí todos los libros"...Maravilloso! Y Laura Yasan: parafraseando a Américo Ferrari en el prólogo de "Cotillón para desesperados" (2001)me permito observar: trabaja con fragmentos sólidos, punzantes e hirientes de esa cosa que nunca es lo que es y que nos llena el alma como de una música callada y que no dice nada: dice la nada...(diciendo y aludiendo a todo). Me encanta. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba


20 de junio de 2020, 11:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias por elegir a Orozco, poeta visceral. Me encantó tbm tu poema que dice tanto...
Rosa Lía

22 de junio de 2020, 14:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso homenaje y belleza de poema salido de tu creación, gracias Laura Yasan.

Cristian Jesús Gentile

25 de junio de 2020, 1:12  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio