20/11/19

Texto de Isabel Llorca Bosco




    MENSAJES EN EL MAR

 "También se muere el mar" Lorca

   Detrás del estrépito blanco que acompaña la muerte del océano, donde las olas se redondean y de la orilla solo persiste un eco, donde ya no se hace pie, se ve en la cumbre un papel o un cartón que algún aficionado a la pintura ha hecho un croquis del reverso y lo ha arrojado con rabia.

   De pronto la hoja empieza a llamar. Me doy cuenta de que nadie deja sus juegos, por lo tanto solo yo la oigo. Mi deseo es un hilo de  pesca para salvar de asfixia a la página que tirita en el tornasol del crepúsculo, que quiere portar un pensamiento humano. Ni los médanos sudorosos, a esa hora, saben lo que pensamos las mujeres y los hombres que se arracimaban hasta hace poco en las rejas de rombos de cristal  marino       

  Aunque estaba en el agua, como dicen los místicos, sentía un desierto de sequedad. En eso empezó a subir la pleamar trayéndome en su estruendo la página muda. La blanca lámina venía con un cálamo. Yo no tenía nada que pensar ni escribir. En eso veo un pez enorme cubierto de plata. Estaba aterrada. El nadador me preguntó su nombre. Yo dije “pez”, perforé el papel con la palabra “paz” y dejé la página a la deriva. A la mañana resplandecía una serenidad que me hizo dormir.


© Isabel Llorca Bosco

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