Poema de Raúl Alonso
Ariadna y la furia
Amanecí en este laberinto
sin pretenderlo. Sólo fui obediente
a un camino que presumía claro.
Fue larga la noche. Ni siquiera
me atrevo a negar que he disfrutado.
También.
Tan sólo al rozar el espejo
de soslayo y con deshonra
he descubierto el hilo trágico y delgado
que me arrastra hacia la luz
y la memoria.
© Raúl Alonso
3 comentarios:
Nos duele suceder.
Muy bueno!Me gusto.
Patricia Corrales
Un poema muy logrado.
Un abrazo Ana Romano.
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