6/5/18

Poema de Patricio Emilio Torne



JAQUE MATE 

Jugábamos como maestros
cada uno con el deseo de salir
victorioso en la partida;
cada uno con sus dieciséis piezas
de amar y devorar a muerte.
Nunca importó quien poseía las blancas
esa señal de pureza estaba descartada
porque no era esencial
lo nuestro no estaba catalogado
de alta competición. En eso fuimos
humildes amantes
sin otra pretensión que derrotar al otro.
Sabíamos además
que no se trataba de un juego de azar
sino
de nuestra racionalidad en juego.
El desarrollo fue tan complejo
que ni siquiera sintiéndonos los mejores
pudimos considerar todas las combinaciones
ya no para ganar sino para salvarnos.
Intentamos ciertas ventajas
en el tablero comiendo piezas menores
pero sabíamos que el objetivo final
era dejar al rey sin escapatoria.
No fuimos capaces de tener en cuenta
que todas las partidas posibles
excedían el número de átomos
del universo y que éramos nosotros
los que perdíamos definitivamente.


© Patricio Emilio Torne

Etiquetas:

5 comentarios:

Blogger Adela ha dicho...

Poéticamente definida esa relación, me agradó.

6 de mayo de 2018, 21:55  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Sensacional!!

Abrazos
Elisabet

7 de mayo de 2018, 18:38  
Blogger Rolando Revagliatti ha dicho...

Sí, está buenísimo!

R.
www.revagliatti.com

9 de mayo de 2018, 13:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

gran trabajo poético. me encantó. susana zazzetti

9 de mayo de 2018, 21:09  
Blogger Adriana ha dicho...

Excelente. Un paralelo poético de alto vuelo. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)

12 de mayo de 2018, 14:12  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio