1/3/16

Poema de Esteban Charpentier


OTOÑO PORTEÑO

Bajo cada lluvia
podría ser yo quien yace, ahora lo sé,
ahora que he muerto en otro.
Hugo Mujica


Con la última sonrisa
mi padre me entrega su memoria
anuncia la responsabilidad de recordarla
cargar con su peso exacto
distribuirla entre los quienes
Sin embargo
está lo que se cae en el momento
cosas que digo rápido para que se vayan
Escondo en mí algo para que no se sepa
separo lo que vale
lo que olvidaré aunque no quiera
lo que hubiera querido recordar y no me dijo nunca
Ahora soy un hombre con dos memorias por lo menos
camino corto y más lento
Quiero decir un nombre y no
Cómo puede uno con tanto peso
Miro hacia arriba y veo una pluma que se lleva el viento
Apuro el paso
Tengo una media sonrisa en la boca
Silbo un tango sin pensar en su nombre


© Esteban Charpentier

9 comentarios:

Blogger Adriana ha dicho...

Me gustó mucho. Es sobriamente nostálgica. Me encantó el remate, con ese tango que casi se silba solo. Adriana Maggio

1 de marzo de 2016, 13:44  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

La herencia nos inunda en la ausencia y la-nos reconocemos.
Abrazo
Elisabet

3 de marzo de 2016, 18:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Somos la memoria a medida que transcurre el tiempo. ¿Y cuál mejor que aquella que portamos de los nuestros, de los que nos antecedieron? La mirada nostálgica y la media sonrisa bendecida por la pluma, que cuando aparece, es señal de que pasó un ángel. Muy bonito ESteban! Isabel Krsch

5 de marzo de 2016, 17:38  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Poema estremecedor.
Gracias.


Abrazo.

Alicia Márquez

5 de marzo de 2016, 17:38  
Anonymous maría marta donnet ha dicho...

"... lo que hubiera querido recordar y no me dijo nunca..."

Entrañable !!!!

maría marta donnet

5 de marzo de 2016, 20:23  
Blogger sacanueces ha dicho...

me gusta mucho!!! poema de nostalgia!!! abrumador!!! gracias por compartirlo, francisco

7 de marzo de 2016, 23:32  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Esteban, me emocioné y a la vez admiré esa forma de llegar al otro, desde la nostalgia hacia la precisión de las palabras y como al descuido llega un bellísimo final, un placer leerte.
Abrazos
Betty

11 de marzo de 2016, 14:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso poema! Uno puede acompañarte en la despedida, en el desgarro, en el desdoblamiento, en esas memorias, en esos olvidos, en todo lo que se pierde. ¿Cómo escribir, recordar, eso intangible del amor? ¿Con qué letras retenerlo? ¿Escribimos para recordarlo o para que, “olvidado”, nos fluya con la sangre?

Un abrazo!

Amalia Zacoutegui

16 de marzo de 2016, 18:38  
Blogger Unknown ha dicho...

Gracias a todos los que comentan con tanta generosidad, este sitio es una caricia para el corazón y un honor por los poetas que me acompañan. Gracias Gustavo!

19 de marzo de 2016, 20:35  

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