Prosa de Sonia Quevedo
SINFONIA No. 6
Llegado el crepúsculo se ocultó la tarde; siguió la mirada a
la sombra delgada, a la sombra del hombre, a la enjalma en su alma, a lo
prohibido.
Pasaron los sones por entre las cenizas, los solos, los
registros graves y los arpegios tristes trasmutaron en llanto.
Llegada la noche clandestinamente, observo en silencio los
sitios prohibidos, la calma negada, el deseo encendido.
Amanece y se escucha prolongado y firme, el silbo que emana
siguiendo la sombra delgada, la sombra del hombre, su enjalma y su alma.
© SQuevedoH
8 comentarios:
Gracias Gus por el espacio, el momento y las imágenes. Va mi abrazo desde el alma.
Sonia
Me gustó este juego de palabras en idas y vueltas del alma y su sombra. Hermoso y profundo. Antonio Pourrere
Sonia, gracias por el poema, por su construcción y su musicalidad.
Hola Sonia, has dejado un comentario en mi poema de este mes y te lo agradezco. Esa realidad la viví en Tribeka y sobre ella trabaja la artista a quien le va dedicado, Terry Berkowitz. Pero lo que te quería decir es que me emociona el remanso de paz del tuyo, que me parece podría ser complementario de ese Strangers in the nigth, el antes y el después del stres de las sombras. Un beso desde Galicia. Chisco
Gracias Francisco por sus palabras, realmente es impactante su poema, duele ese momento vivido.
Gracias Rumen, gracias susana.
Me gusta leerte, quedarme encajada en las palabras que traen cierto misterio, cierta reflexión, imágenes que se vuelcan en el papel realmente como sinfonías.
Lily Chavez
Bello trabajo que transmite paz e intimidad con sus logradas imágenes. Cariños.
Liliana, Raquel Graciela Fernández, gracias.
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