Poema de Claudio Simiz
Lluvia
A
Lautaro
Hijo,
en esta hora
tal vez veas solo un
hombre
y su lápiz silencioso
en una tarde triste.
Sin embargo
ese hombre ha sabido
deshabitar
de a ratos
su esqueleto
a la hora en que se
acaban las respuestas,
las preguntas
y solo queda el
salto.
Un día
sus huesos se quedarán
definitivamente solos
y entonces podré
decirte
sin que lo sepas,
que se puede asir el infinito
por un instante
(eso lo aprendí de la
lluvia)
porque una tarde de lluvia,
por vez primera,
me vi de sueño entero
y fue en tus ojos.
© Claudio Simiz
8 comentarios:
ah, claudio, una estocada directa al corazón. tanto amor. bella rebelación de la lluvia. susana zazzetti.
SE PUEDE SENTIR LA LLUVIA CON UNA MÚSICA ESPECIAL Y HASTA UNA MIRADA QUE SE NUBLA CON LO VÍVIDO. HERMOSO POEMA LA LLUVIA TRAE SUS BEMOLES!...LIDIACC.
Hermosos poema. La lluvia siempre inspira cosas bellas nos lleva por caminos inpensados.
Un abrazo
Graciela N. Barbero
Verse soñante en los ojos de un otro tan significativo....reconocerse en el instante....trabajo de una vida...un abrazo, María Chapp
Como siempre nos tiene acostumbrado unos versos que en cada palabra abundan las imágenes cargadas de emotividad un dejo de nostalgia por lo vivido y lo que vendrá...
Como siempre nos tiene acostumbrado unos versos que en cada palabra abundan las imágenes cargadas de emotividad un dejo de nostalgia por lo vivido y lo que vendrá...
ver el infinito con los ojos de lluvias es descubrir lo sagrado en las cosas que obviamos cotidianamente por estar ausentes en nosotros mismo.
Oscar Perdigón
sencillamente hermoso este poema y que cierre más justo y contundente.
muy bien
Walter
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