20/8/11

Prosa de Fabiana Posse



Vas acuarela vas.

Nunca es suficiente, nunca alcanza tu boca ganada en un estallido tarde y satánico.
No alcanzan tus palabras, llueve y el hambre sacude los escondites, aparecen baches inundados que rugen lo que callas, cada uno de tus secretos mortales y contagiosos vuelan lentos y en ocaso, gemelos del vacío, no se espejan en los charcos tus rostros, no te ves.
Espira el grito donde duelen más los cobardes gestos que la mermelada de tu sangre.
La carne, (ese caprichoso límite del vicioso penar del alma), la carne se debe a la tontería del tiempo, el tiempo no respira en sueños, solo te ahoga de vez en cuando en una pesadilla hermosa, ahí te advertís carnívora en sueños de otros.
Bajo tu piel se arma un papel de fumar, un sorbo de espuma babeando desde la boca de un dragón, y vamos con tu resto de naufragio, las uñas se toman el primer avión de la noche. Y desaparecen en la línea de fuego, pasaje en asiento de primera a morir sobre una caricia de saliva y cárcel.
Golpe y porrazo, la nota final con único destino…la trinchera de un cuerpo caliente dentro de una cajita de música desteñida.
La cama se hace aeropuerto de tus ganas. Y nada te detiene, aunque olvidaste la visa dentro del mar, ningún viento que no provenga de tus vísceras te paraliza.
El cemento se nombra cielo, mientras de tus pies…
Salen poemas desde el etéreo espacio de un ojal sin botón, sale un susto de barco hundido, sale la palabra zarpando del plasma de tus venas, risas arañadas de letargo, promesas del remitente de una carta que se acostó sobre tu espalda goteando serenatas y guirnaldas.
Llueve y nada te sorprende, maldecís haberte colgado en este viaje, fluidamente.
Insultás haberte montado una escena de amante despechada sobre las huellas del barro de tus cacerías.
Vas acuarela…vas, cerrando ventanas que suponen alas verdaderas, sellando miedos que crecen como pasto desollado a tu alrededor, censurando colores que habitan en la nieve de los ocultos detalles de la tela.
Trenzando lazos de telaraña transparente y liquida de historia sin paranoicas cicatrices. Somnolienta sobre el telar de un esqueleto amorosamente igual al tuyo.
Inestable muñequita, dolorida de caminar sobre alambres y agujas ebrias, paseas la vida, buscando un sicario que coloque dentro del frágil laberinto tu humedad suelta y aturdida, complicada, sentada en la última silla vacía del baile.
Vas queriendo recordar estos paisajes como terrenos posibles desde donde desterrar.
Vas desterrando estos recuerdos como paisajes posibles en donde habitar.
Vas acuarela vas…y nunca nada es suficiente.

© Fabiana Posse

2 comentarios:

Blogger Verónica Peñaloza ha dicho...

Nunca nada es suficiente después de leerla Posse. Uno se va acuarela en el primer avión que se le cruza después de leer sus versos.
Un placer leerla poeta inevitable

21 de agosto de 2011, 11:39  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

bella pintura como la artista que la pintó. Bisou!

25 de agosto de 2011, 22:05  

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