Poema de Myriam Arcerito

 

Su vida parece una metáfora,

un mundo posible

sobre mares imposibles.

Vierte su lágrima

en un manto de pobreza

y en la frontera de la noche

entre el polvo y el fuego,

suena su risa

como eco iluminado.

 

Nadie puede verla

entre tanta indiferencia.

Quiere trepar lagos,

derribar muros,

romper con los verbos prohibidos

y transformarlos en asombro.

 

Esa niña

corre tras una pelota de trapo

//.

 

en medio del humo y las cenizas:

todavía cree, todavía sueña.

 

Las balas dicen

 en el desierto

que las vidas no importan

y que el futuro se deshace

en los puños armados.

 

Con las mismas dudas

que jamás tuvieron respuesta,

me pregunto

qué extraña maldición

nos lleva a la pérdida

de tanto amanecer.

 

© Myriam Arcerito