8/12/25

Poema de Silvia Rodríguez Ares

 

Magnolias  

 

La tarde me suelta

las cintas del pelo.

Qué pronto oscurece.

 

Camino despacio,

se mojan mis botas.

No voy a llorar.

 

Ahuyento el perfume

que insiste en seguirme.

Le digo que no.

 

Sola estoy llegando a tiempo.

Pero cuánto duele.

 

El barro es amigo.

Se queda en las uñas

dormido en los dedos.

 

Él trae un ramito de flores

demasiado grande.

No es para mí.

 

Está pegoteada

la cara del viento.

Llueve todavía.

 

¿Y qué pensarán las magnolias

de mi tristeza?

 

© Silvia Rodríguez Ares

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

trisre. íntimo. soberbio en su belleza. susana zazzetti.

8 de diciembre de 2025 a las 15:41  

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