Poema de Cecilia Romana
Tenía una valija con ruedas de cuya manija colgaba
la mochila que le regalé
cuando lo amaba con locura
–y él,
tal vez, también me amó.
Era una valija mediana de color gris
que arrastraba
por las veredas rotas de Palermo
haciendo mucho ruido.
La gente lo miraba y a nosotros
nos daba risa porque en esos días nos reíamos de
cualquier cosa
y a veces hasta le di la mano
a riesgo de que nos vieran
y contaran lo nuestro.
Con el tiempo
la valija empezó a romperse
igual que las veredas: primero fue el cierre,
después el forro de adentro.
Nosotros seguíamos adelante
sin querer ver lo que pasaba, aunque estábamos
peor que la valija.
Ahora todo es silencio y mi corazón está gris
y nada lo arrastra.
Ni siquiera su recuerdo
que guardé cuidadosamente
como hacía con su ropa
cada vez que se iba.
© Cecilia Romana
Etiquetas: Cecilia Romana



1 comentarios:
Me dejé llevar por la analogía que me fue arrastrando por este hermoso y conmovedor poema. Gracias por compartir. Bea Belfiore
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