7/3/25

Poema de Marcelo González Del Río

 


Una rama. Un vuelo.

Todo el peso del mundo

sobre esa rama. Sobre ese vuelo.

Y no se queja. El poeta toma

del verso y lo amarra con tesón

evitando la caída. Y no se queja.

Inclina el árbol oblicuo al horizonte

que no se quiebra, que no,

perpetuando la curva del hastío

pero no se rompe. Ni tampoco

se queja. No se queja. Amarrado sigue.

 

© Marcelo González Del Río

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3 comentarios:

Blogger Silvia Susana Durruty ha dicho...

Hermoso Marcelo, ese Poeta que no se rompe, no se queja...ese Poeta que sobrevive...

8 de marzo de 2025, 20:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

UN poema que seguirá amarrado al espacio literario.
Anahí Duzevich Bezoz

8 de marzo de 2025, 22:58  
Blogger Alfredo Lemon ha dicho...

La fortaleza de tu poema se aferra al árbol oblicuo del horizonte y no se quiebra.
Muy bien expresado.
Saludo desde Córdoba

9 de marzo de 2025, 9:24  

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