5/3/25

Poema de Silvio Bilbao

 


Cuando fuimos al Telo

 

Después de aquella noche,

                 quedó bien pipona.

Susurramos ideas al oído

          que fueron irrepetibles.

Los espejos mostraban nuestra

                      piel bajo las uñas.

La música funcional

estaba funcionando más que nunca.

Y así fue que cambiamos

             las manos por miradas,

hasta que por fin, coronaron

nuestros veleros de Normandía,

               por todos los espejos del hotel.

       

Había sido una gran noche:

por primera vez

nos habíamos excitado

el corazón.

 

© Silvio Bilbao

Etiquetas:

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Sutil. Bello. Gracias, Irene.

5 de marzo de 2025, 21:41  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio