Poema de Diego E. Suárez
EL ESPEJO DE MADERA
En la avenida
vimos ascender a un hombre.
Abrazaba una guitarra.
Se acercó al oído del chofer,
se deshizo en disculpas
y nos empezó a cantar.
Cruzamos el puente al son
de cumbias románticas
arremolinándose en el viento
que entraba por las ventanillas
y agitaba cortinas de mala vida.
Ese hombre sensible
pidió una colaboración
y dio las gracias
a las manos que aplaudieron
y a las que le entregaron algo,
su bendición.
Ese hombre sensible
tocó timbre y al bajar
lo atropelló una moto.
La guitarra
fue un espejo de madera
haciéndose trizas
bajo las ruedas del cole,
que siguió su recorrido
con suma indiferencia,
es decir, con total
normalidad.
© Diego E. Suárez
Etiquetas: Diego E. Suárez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio