16/12/24

Texto de Hugo Francisco Rivella

 

 

La boca está de luto

he mentido

no sostuve el espejo de tu rostro he negado al ciprés

al homicida al monje peregrino que se pierde vaya a saber en qué rondas qué entresijos la boca que ha soplado sobre el leño que sostiene a la lluvia

el descreído eterno el ateo de la tierra el universo

la boca que susurra obscenidades injuria con la lengua blasfema grita escupe palabras descarnadas asesinas

la boca niunamenos luchando por derechos enmohecidos

machismo mierda espanto la muerte de mujeres por el trago de arsénico de balas

y de golpes de roca y de alquitrán y diosmesalve

la boca del traidor en el prostíbulo hediendo las encías y la garganta lamiendo la tristeza de las putas que son mucho más sagradas que su madre

la boca de promesas incumplidas con roncos paraísos ilusorios la que engaña a la niña

y la somete hasta dejarlas botadas en la sombra

la boca de morder la osamenta del dios de los paganos y masticar la ostia con el cuerpo del que fuera más hombre que su padre

la boca de decir estoy sangrando no puedo amarte más de lo que te amo

amarte hasta que el siglo se arrepienta de verme amando como yo te amo

amarte de rodillas inclinado como el árbol que arrasa la tormenta

amarte hasta vivir

amarte siempre más allá de la muerte y de sus garras

la boca que recita algún poema de Rokha de Tuñón de Adoum de Gelman

la boca de besar tu roja boca

la boca de decir te sigo amando

 

© Hugo Francisco Rivella

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Empezar cada día la eternidad quizás sea el destino de la palabra...
Tus frases esplendentes lo reafirman. Te abrazo grande Alfredo Lemon

17 de diciembre de 2024, 7:12  

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