16/12/24

Poema de Margarita Presas

  


Mutante


Durante el día soy una señora

que pretende ser buena,

riega sus plantas,

hace los mandados,

saluda a sus vecinos.

Cuando llega la noche

mis ojos grandes

quedan fijos en las cuencas

y se vuelven amarillos.

Estoy  alerta

no dejo trasegar los sueños

ni escapar cavilaciones.

En la oscuridad,

hago rondas con las brujas,

buceo en mi lado oscuro,

atrapo pesadillas con mis garras,

picoteo los sueños plácidos,

mudo mis plumas.

Mi ulular se escucha

desde lejos.

Y al clarear

otra vez

vuelvo a la casa.

Mi alma de lechuza

se encadena

a las sonrisas

y al trajín de cada día.

 

© Margarita Presas

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