18/12/24

Poema de María Belén Corso

 

Las manos

 

            A mi abuelo José, enfermero en la Segunda Guerra.

 

Un domingo de otoño

el abuelo enseñó su hacer

yo habré tenido seis años, él, no sé.

 

Caminamos juntos por el terreno

hasta detenernos frente al malvón

con sus manos ásperas

tomó un tallo desmejorado y habló.

 

Hay que arrancarle la hoja seca a la planta.

Así… ¿Ves?

Todo esto le quita energía para crecer.

 

Hoy

le hice caso al abuelo

basta

de vivir con un muerto.

 

© María Belén Corso

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