17/12/24

Poema de Misael Castillo

 

Un árbol crece en la guerra

 

La guerra comenzaba y yo

del amor conocía la ausencia.

Para saciar el castigo,

bebí soledad en un paraje.

 

Para vivir el amor

planté un árbol de naranja en el patio

y un mango en el frente.

 

A ambos los cuidé con una devoción absoluta.

 

Con mis manos protegí

las orugas tristes

que enterré con paciencia.

 

Vi crecer esos árboles,

y para decir tiempo tuve que meter

una navaja en mi boca.

 

Ningún tiempo puede detener

el crecimiento de lo hermoso.

 

Y aunque alrededor esté la muerte,

todo puede crecer

si se trata con cuidado.

 

© Misael Castillo

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

La vida y la belleza crecen sin embargo... Saludo desde Córdoba Misael, Alfredo Lemon

18 de diciembre de 2024, 11:01  

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