3/7/24

Texto de Ricardo Di Mario

  


sobrevivientes 

 

Una muy antigua untó con aceite de animal marino todo su cuerpo y cruzó el canal casi desnuda

otra hija de la tierra soltó el cabello y caminó delante del cortejo hasta el Camposanto

negra ya no esclava encendió un puro lo mordió y humeó la tienda del difunto

en plena selva bebió guayaba hasta sentir la brasa del ardor en sus entrañas

primitiva y libre decoró su rostro con cenizas y bailó en torno al fuego

en cualquier ciudad brindó frente al espejo con una copa de cristal de un trago todo se borró en el Champan

en la cúspide del mundo se sentó en una roca

juntó sus manos en el pecho en señal de meditación

sacha y montarás se descalzó caminó entre las piedras del sendero hasta tocar la cima de un cerro azul

convencida o por mandato vistió de negro los doce meses restantes

liberta, pero no tanto recorrió la bahía de punta en blanco y donde supo dejó las flores entre las olas

mestiza en las praderas lloró desenfrenada hasta quedar morada en su piel roja

todo blanco alrededor en un trineo se dejó arrastrar por los lobos hasta el estrecho donde todo comenzó.

 

© Ricardo Di Mario

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6 comentarios:

Anonymous Silvina E López ha dicho...

Bello poema. Un placer leerte Ricardo.

5 de julio de 2024, 0:10  
Anonymous Jorge Carranza ha dicho...

La poesia trayendo a los invisibles. ¡ Gracias poeta¡

5 de julio de 2024, 10:20  
Blogger claudia tejeda ha dicho...

en todas ellas, un poco de nosotras. Gracias por este homenaje.

Abrazo
claudia

8 de julio de 2024, 19:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

PROFUNDA ESCRITURA, FELICITACIONES!
Saludos.
Anahí duzevich Bezoz

16 de julio de 2024, 20:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Profunda e intensa. Placer leerte. Griselda Rulfo

17 de julio de 2024, 11:48  
Blogger Fabiana León ha dicho...

Somos todas. Hermoso. Abrazo! Fabiana León

20 de julio de 2024, 12:09  

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