3/7/24

Poema de Natalia Leiderman

 


 

la casa se ha vuelto una cueva diminuta

donde resuenan en altavoz

sus movimientos

 

la puerta, los pasos arenosos,

otra puerta que se desliza

 

más pasos, ahora

amortiguados por la alfombra

 

qué hace, qué piensa

qué esconde ese ir y venir

 

ese zumbido de juguete

quedándose sin batería

 

no puedo aguantarme y la busco

con los ojos, suculentos

 

quiero ver

quiero verla

 

qué castigo, por dios

esta manía

de querer verlo todo.

 

© Natalia Leiderman

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1 comentarios:

Anonymous Margarita Soto Frossard ha dicho...

Hermoso poema !!!

30 de julio de 2024, 8:45  

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