Poema de Mauricio Cappiello

 

 

Así como en las noches,

la voz, se anunció en horas de la tarde

nos encontrábamos en una subterránea casa

quizás la misma, la no habitada /

    (o la que creímos, no)

también, podría haber sido otra.

Lo cierto es que nosotros,

éramos, somos los mismos, 

con las mismas sombras proyectadas /

en las mismas paredes blancas

atravesadas por las mismas soledades / compartidas

Y ahí estamos, como siempre /

o como casi siempre, con las mismas

preguntas y sus diferentes o inconclusas respuestas

también las dudas / también la irritante verdad,

escarbando debajo de la piel, en los huesos

y de vez en cuando, ese silencio,

con un silencio ahuecado en el silencio

Y de pronto, nuevamente la voz se pronuncia

me interroga

¿Dónde se resguardan los dioses?

 ¿Al amparo de la noche?

¿En la jaula / aposento?

¿Dónde?

 

Otra vez, el sueño, me deja al lado

en otro sueño / en esa pequeña nebulosa

en esa voz, que se empeña en ser descifrada

       en esta celda     - la que no, la que nunca -

De algo estoy seguro, su lenguaje es sueño

es donde ella, me espera y se revela /

siempre se revela.

 

© Mauricio Cappiello