26/3/23

Poema de Susana Baquero

 


Bajo el parral

una filigrana de sombras

se dibuja sobre nuestras espaldas

mientras miramos una fotografía,

imágenes

como pequeñas mariposas disecadas.

¿Cuántos lenguajes son necesarios

para nombrar esa playa de arena fina,

ese mar vigoroso e irrepetible

salpicando un tiempo tan lejano?

La escena parece trivial:

los dos caminando con los pies descalzos,

las huellas ligeras de ese paso por el mundo,

perlitas luminosas que chorrean

sobre tu torso desnudo

y por encima una hilera de nubes

que apuran la partida.

¿Pero qué hay detrás de la trama,

del otro lado del rostro perezoso del verano?

¿No es acaso el azar el que despunta,

el que raspa y conmueve sin querer

en un instante?

Prefiero entonces detenerme en la marea

que lleva y trae penas a esa orilla,

en el dibujo del pájaro

arrasado por la tormenta,

y el gesto cruel de la gaviota

sobre el cuerpo áspero del pez muerto.

Así nos esforzamos    

contra la ruina del olvido.

Cavar capa por capa

para recuperar lo ínfimo,

no para recomponer

sino para salvarnos de la oscuridad.

Cavar para fecundar

el presente de las cosas presentes

junto al detalle de estas uvas

madurándose al sol.

 

© Susana Baquero

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1 comentarios:

Blogger Olga Liliana ha dicho...

El pasado es un traidor.

2 de abril de 2023, 9:41  

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