23/2/22

Poema de Elena Garritani

 


Casa I

 

Cuando el silencio cierra las puertas

viejas culpas reescriben lo que el ruido calló.

El porfiado animal me cobija con un solo pulmón

de sus cimientos, mientras la nostalgia absorbe

en entretelas su propio imaginario.

  Las ventanas renuevan el aire para dejarlo todo

  donde el tiempo abarata las cosas y cada uno lee

  su ficción como puede.

  La casa, animal que alcanza a respirar con hábitos,

  manías, se esfuerza en resistir.

  La señora a la sombra entre paredes altas y rasgadas

  como un niño que hereda la tristeza

  que esconde los tesoros en la demolición:

  el mantel salpicado de festejos, el vestido que no estrenó

  para que no se moje, los ecos en el coro.

El animal oculta un sótano de ojeras.

Las lluvias de la época gozan con los desprevenidos.

 

© Elena Garritani

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Buenímimo,Elena. "Como un niño que heredó la tristeza. Isabel Llorca Bosco.

23 de febrero de 2022, 16:47  

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