Poema de Raúl Pignolino

 

DESTINO

 

La luz adelgazada del otoño

Me pega en el silencio como un látigo.

Me castiga de nuncas y de adioses

Me desgaja de versos marchitados

 

Quieren que me abandone la tristeza

Pero cómo vivir deshabitado

Sí casi siempre me nombró la noche

Lugarteniente de los desvelados

 

En un momento está la vida entera

Y en un instante todo lo creado

Habíamos de ser lo que hemos sido

Nadie se apartará del plan trazado

 

© Raúl Pignolino