3/6/20

Susana Baquero recuerda a Irene Gruss


                     


Movimiento

Una mujer sola frente al mar
es más majestuosa que él.
Puede pasar una gaviota
asegurando la muerte
o puede caer el sol humedeciendo
las lonas de las carpas
hasta apagarlas,
pero una mujer
frente al mar
mece su soledad como una dueña
y no se estremece.
La luz del mar tiene la importancia
y el movimiento de su ánimo, de su alma.
El viento suena alrededor
de la mujer
y la despierta:
ahora se trata de la playa sin luz, una mujer,
el sol caído, el sonido del mar,
carpas levantadas,
el viento que lo da vuelta todo.

© Irene Gruss (Bs. As. Argentina, 1950-2018)



                        

Fin de fiesta

Nosotros de pie en la terraza
mirando la noche.
Una llovizna imprevista
riega las flores del mantel de hule
y giran las servilletas de papel
donde las primas han escrito sus sueños.

Casi todas las cosas
perdieron su nombre
y no saben si van o vuelven del asombro
ni cómo acostumbrarse a la caída.
Una ventana abierta de par en par
aspira un poco del polvo que el viento dispersa
y fluyen pedacitos de moscas aturdidas.
Mientras esto sucede
veo la trayectoria de nuestros deseos
estrellarse contra la luna encharcada.
Los vasos, las fuentes, la radio
ahora son sílabas que se apilan como escombros.

Aún así, apaciguamos nuestros corazones,
y aunque soñamos con un campo de árboles azulados,
solo conservamos el gesto obstinado del brote del jazmín,
la palabra que golpetea, traza, resiste
que hace todo lo posible por quedarse aquí
en esta tierra de nadie
donde las cosas siempre hacen lo que tienen que hacer.

© Susana Baquero

2 comentarios:

Blogger Silvina Vuckovic ha dicho...

Susana, tu poema y ese tan querido de la querida Irene tienen una suerte de parentesco en cuestiones de musicalidad y tono. ¡Gracias!

4 de junio de 2020, 23:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La querida Irene Gruss, poeta gigante. Me encantó su libro póstumo "De piedad vine a sentir" Ediciones en Danza con un epílogo a toda orquesta de Eduardo Mileo en donde se concluye: "la mitad de la verdad es la vida y la muerte. Y la obra es la otra mitad, que queda viva y tuerce la anécdota". Magnífico! Y tu poema Susana acompañándola con imágenes y pensamientos que hilvanan palabras que golpean, trazan, resisten, instalan belleza "en esta tierra de nadie / donde las cosas siempre hacen lo que tienen que hacer". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

9 de junio de 2020, 16:13  

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