12/6/20

Julieta Lopérgolo recuerda a Héctor Viel Temperley





Febrero

Desde que me quitaste
tu casa
sin saber qué quitabas,
siento volar las águilas.

Yo he quedado sordo.
Miro sordo la calle.
Una mariposa
que pasó ya una vez.
Un pedazo de azul
sin ningún viento.

Por tus canillas doradas
no arroja más
el mar su sal.
No sé dónde orinar
sin tu encrespado espejo
delante de mi cuerpo.

Cada día un corpiño
tuyo
se lava y se seca.
Sé que gotea poco
porque es fuerte febrero.

© Héctor Viel Temperley




Mis hermanos tienen sed.
Son demasiado jóvenes
para levantar de nuevo este jardín,
sus paredes de noche, esta casa,
los cristales teñidos de miedo,
los umbrales.
Las nuevas cicatrices van a desentonar, queridos.
¿Quién sabrá lo que éramos?

© Julieta Lopérgolo

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2 comentarios:

Blogger mariel monente ha dicho...

Felicitaciones !!

13 de junio de 2020, 1:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Potente y desafiante tu poema Julieta y un final de látigo: "¿Quién sabrá lo que éramos?". Qué bueno recordar a Viel Temperley. Dejo unos versos suyos acompañando: "Siempre soy el que ve lo que ya ha visto/ lo que ha tocado ya lo que conoce/ no me puedo morir porque ya tengo/la muerte atrás vestida como novia"..."Soy el lugar donde el Señor tiende la Luz que Él es".
Y qué buena foto y muy justa la ilustración!. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

26 de junio de 2020, 20:31  

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