21/6/20

Juan Carlos Rodríguez recuerda a Roque Dalton





Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.

Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez en mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a sus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.

Pero ya no habrá tiempo de llorar.

Ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón.

Hace frío sin ti,
pero se vive.

© Roque Dalton



Ese loco momento

Hay veces
en que mi madre
me mira sonreír en el espejo
y su sombra es cálida,
tiene fragancia de rosas
y atraviesa el aire
como volando.
En ese instante
el tiempo queda detenido entre relojes.
Como instinto mágico
llega el aroma del clavel del aire
que siempre percibía en mis infancias
de Mendoza
y mi madre me pregunta si me acuerdo del abuelo.
Es tremenda la historia del nono,
que salió en el sulky
y apareció horas después
tirado en el camino
mientras a pocos metros,
el caballo pastaba indolente
y la sangre ya era un charco marrón
alrededor de su cabeza.
Hoy intuyo que la muerte
lo devora día a día
mientras es atravesado por
pájaros y acequias.
Pero a veces
veo a mi abuelo
cabeza sana en el espejo
guiñándome un ojo mientras sostiene
su vieja pipa
diciéndome que cuide a mamá.
En ese loco momento
es cuando más risa me da la muerte.

© Juan Carlos Rodríguez

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3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bello poema del poeta Roque Dalton a recordar o conocer.La aceptación y el homenaje al ser tan amado, tan bien sentidamente expresado.


Y tu poema, Juan Carlos, también del tema de la muerte, con esa historia tan bien hilada, el espejo y el tiempo, con un final movilizante. Felicitaciones.
María Paula Mones Ruiz

21 de junio de 2020, 18:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

tal vez, en esta tan bella entrega, las muertes de ellos se parezcan. no sé por qué ambas profundidades, expresivas con su riqueza de palabra y sentimiento me llevan a pensarlo. un placer!
susana zazzetti.

22 de junio de 2020, 12:44  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

El poema de Danton y el tuyo tienen algo más en común que traer el recuerdoo de sus atroces muertes: los une y resplandece su belleza poética.

25 de junio de 2020, 10:58  

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