21/6/20

Gustavo Borga recuerda a Emily Dickinson


               
Dios dio pan a cada pájaro,
pero solo una migaja a mí.
No me atrevo a comerla,
aunque perezca.

Tenerla, tocarla,
es mi doloroso placer.
Confirmar la hazaña que hizo mío el pedacito.
Demasiado feliz, en mi suerte de gorrión,
para codicia mayor.

Puede haber hambruna en torno mío
que yo no perderé una miguita siquiera.
¡Tan esplendida en mi mesa resplandece!
¡Tan hermoso mi granero se muestra!

Me pregunto cómo se sentirán los ricos,
los maharajás, los condes. Yo creo
que, con una sola migaja,
soy soberana de todos ellos.

© Emily Dickinson      

        

masticó
la hostia

se ahogo
en sangre

© Gustavo Borga                                

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Dickinson! Enigmática y retraída pero rebelde y tenaz, alejada del mundanal ruido social. Dejó a su muerte 1775 poemas de los que sólo publicó 7 mientras vivía. Silvina Ocampo tradujo mayormente su obra y recuerdo una puesta teatral magnífica sobre su vida que interpertó China Zorrilla. Gloriosa solitaria de Amherst! Y tu poema como un látigo, Gustavo! Ya tenías una voz madura cuando ganaste el Premio Glauce Baldovin hace varios años, bravo poeta sobresaliente de Villa Nueva! Salud! Alfredo Lemon desde Córdoba

22 de junio de 2020, 18:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Que buena eleccion! Que hermoso poema de Dickinson! Y detras el tuyo, una contundencia que me deja sin palabras...
Teresa Gomez

27 de junio de 2020, 0:09  

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