Carlos Alberto Roldán recuerda a Irma Cuña
DE TODOS
Hablarás,
corazón, a los que sufran,
con una voz
universal tan amplia,
que al
insinuarles tu dolor, descubras
ese dolor
de todos que se calla.
No gimas
nunca: –“yo camino herida…”–
pues los
que escuchan tu clamor esconden
un
desgarrón igual que los mutila,
y has de
mostrarlo sin decir tu nombre.
Quien lleve
estrellas en sus propias manos
comprenderá
las noches consteladas.
Sólo quien
dice el anhelar humano
siente el
anhelo movedor de su alma.
Corazón
mío, tan pequeño: –¡calla!
© Irma Cuña
Neuquén,
Argentina
(ligustro
de esa esquina)
el arbolito
mal quebrado
el nunca
bien defendido callejero /puesto
en
intemperie pública
se desplegó
como si ignorara
tanta falta
y quebradura
tantos
brazos perdidos /tanta
sombra que
se llevó la hoguera
pretendió
olvidarlo todo
sus tardes
pájaros
largas
noches mediantes
la vida que
era.
© Carlos Alberto Roldán
Etiquetas: Carlos Alberto Roldán
5 comentarios:
Carlos, que gran poema el de Irma. Tu poema me recordó el que acompaño mi juventud, en la esquina de mi casa natal.
Abrazos
Elisabet
Qué placer Carlos que vinieras acompañado por Irma. Tus versos persiguiendo los suyos.
Lily Chavez
Me censuraron que el nombre del poema se pareciera al del poema de Paco, que respeto sin intentar siquiera parecerlo. Pero, hubo un ligustro que sembrè al nacimiento de mis hijos, y que tuve que defender con un fierro en la mano ya que era oficio de todo el barrio cortarle una y otra vez los brotes. Ya no vivo en esa casa: ustedes entienden que las cosas no duran, pero cuando paso, aùn el ligustro ha resistido hasta embestida de coches, y crecido. Corto su tronco, robusto en ramajes y tupido en su defensa de las lluvias.
Qué bueno Carlos defender con tus palabras la vida de ese ligustro que tanto significado tenía para vos! Y traernos el recuerdo de Irma Cuña, de quien aquí tengo "El riesgo del olvido" que supe comprar hace muchos muchos años cuando visité Neuquén. Dejo unos versos en homenaje: "¿En quién volcar el agua que me anega?/ Tengo en la boca su sabor inútil/ y en la garganta me aprisiona el grito. /¿Quién bebe el agua de los hondos pozos?". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
Lemon: fue mi profe de Literatura Española en el Joaquín V. González, y luego amiga en largas charlas frente a su casa, en Paraná y Av Corrientes. Su exilio en México había sido aterrador...
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