10/6/20

Carlos Alberto Roldán recuerda a Irma Cuña



DE TODOS

Hablarás, corazón, a los que sufran,
con una voz universal tan amplia,
que al insinuarles tu dolor, descubras
ese dolor de todos que se calla.
No gimas nunca: –“yo camino herida…”–
pues los que escuchan tu clamor esconden
un desgarrón igual que los mutila,
y has de mostrarlo sin decir tu nombre.
Quien lleve estrellas en sus propias manos
comprenderá las noches consteladas.
Sólo quien dice el anhelar humano
siente el anhelo movedor de su alma.
Corazón mío, tan pequeño: –¡calla!

© Irma Cuña
Neuquén, Argentina



(ligustro de esa esquina) 

el arbolito mal quebrado 
el nunca bien defendido callejero /puesto 
en intemperie pública 
se desplegó como si ignorara 
tanta falta y quebradura 
tantos brazos perdidos /tanta 
sombra que se llevó la hoguera 

pretendió olvidarlo todo 

sus tardes pájaros 
largas noches mediantes 
la vida que era.


© Carlos Alberto Roldán

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5 comentarios:

Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Carlos, que gran poema el de Irma. Tu poema me recordó el que acompaño mi juventud, en la esquina de mi casa natal.
Abrazos
Elisabet

10 de junio de 2020, 19:50  
Blogger Liliana ha dicho...



Qué placer Carlos que vinieras acompañado por Irma. Tus versos persiguiendo los suyos.

Lily Chavez

11 de junio de 2020, 15:06  
Blogger Carlos Alberto Roldán ha dicho...

Me censuraron que el nombre del poema se pareciera al del poema de Paco, que respeto sin intentar siquiera parecerlo. Pero, hubo un ligustro que sembrè al nacimiento de mis hijos, y que tuve que defender con un fierro en la mano ya que era oficio de todo el barrio cortarle una y otra vez los brotes. Ya no vivo en esa casa: ustedes entienden que las cosas no duran, pero cuando paso, aùn el ligustro ha resistido hasta embestida de coches, y crecido. Corto su tronco, robusto en ramajes y tupido en su defensa de las lluvias.

11 de junio de 2020, 21:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué bueno Carlos defender con tus palabras la vida de ese ligustro que tanto significado tenía para vos! Y traernos el recuerdo de Irma Cuña, de quien aquí tengo "El riesgo del olvido" que supe comprar hace muchos muchos años cuando visité Neuquén. Dejo unos versos en homenaje: "¿En quién volcar el agua que me anega?/ Tengo en la boca su sabor inútil/ y en la garganta me aprisiona el grito. /¿Quién bebe el agua de los hondos pozos?". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

26 de junio de 2020, 20:08  
Blogger Carlos Alberto Roldán ha dicho...

Lemon: fue mi profe de Literatura Española en el Joaquín V. González, y luego amiga en largas charlas frente a su casa, en Paraná y Av Corrientes. Su exilio en México había sido aterrador...

21 de marzo de 2022, 14:09  

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