18/4/20

Poema de Alejandra Oliver Gulle


                                                               

BALADA PARA UNA MARIPOSA 

Ha de ser justo esta noche de setiembre.
Precisamente aquí.
Ahora.
Ya.

Con la pluma que dé luz a este poema
y que hundiré contra mi pecho, en el final.

Es necesario el rojo de la sangre
para teñir de peligro la señal.
¡Precaución ¡está de luto el universo.
Han malherido a la Osa Mayor.
Un semáforo verde dio permiso
y un relámpago amarillo la embistió.

Hay un iceberg ardiendo en nuestra esquina
y la avenida se ha tornado, toda, en mar.
Nadan peces sorteando alcantarillas;
pariendo estrellas y flores al azar.

Rompen las olas contra la vereda.
La espuma se aferra,  trepa,  escupe sal.
Llovizna fuego bajo la alameda.
Caminan huellas sobre las cenizas

Mientras pasa la vida calle abajo
y mi barquito de papel se desespera
por una mariposa que naufraga
y aletea a contramano en el cordón.

¡Se ha lanzado, la luna, al abismo¡
Pretende que un poeta la rescate
¡Detengan tan absurdo suicidio¡
Dos palabras de amor serán bastante:


"¡Te quiero, te quiero!".
Sí.
Dos palabras de amor fueron bastante.
Han puesto la luna otra vez en el cielo.

“Te quiero, te quiero”.
Y quererte,  seguro, es suficiente,
para salvarnos los dos de este diluvio.
Y salvar también la calle, el barrio, el mundo.

Voy a escribir "te quiero" en los umbrales.
Voy a llenar de "te quieros" cada muro.
Serán noticia mis te quieros" en los diarios.
Servirán "te quiero" en las mesas de los bares.

Y  al ver pasar mi barco vida abajo,
con una mariposa por bandera:
sabrás que quererte es suficiente.
Quererte con mi amor y con mi pluma.

Quererte desde ayer, hasta el final.

Quererte en esta noche de setiembre.
Precisamente aquí.
Ahora.
¡Ya ¡

© Alejandra Oliver Gulle

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