20/10/19

Poema de Alejandro Cesario



Ojos de niña 

En la calle donde vivo,
en el almacén de la esquina.

Orfandad sin dilección.
Diminuto aposento de asilo.

Cuenta sus pocos centavos,
la caridad de algunos vecinos
y la venta de algunos dulces.

Cautiva del tiempo
renqueando se ha quedado sola la abuelita.
Sus ojos afables y oscuros
siguen siendo los de una niña.

Sus manos gélidas amoratadas
dan dos caramelos a mis hijos.

© Alejandro Cesario

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1 comentarios:

Anonymous susana szwarc ha dicho...

y qué suerte que están esos caramelos y qué suerte este poema!

21 de octubre de 2019, 1:06  

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