Poema de Eduardo Mileo
Lengua a la vinagreta
Cuando la tarde se inclina
el sin trabajo agacha la cabeza
y vuelve sollozando
al occidente.
Morón.
Todas las bocas miran al cielo
pero llueve solo agua.
Nadie ha visto nada similar a un bocado
porque miran con la boca.
En la ceguera de la hambruna
los ojos titilan como luciérnagas.
Parecen de perro las miradas
que padecen el brillo gástrico del crimen.
“Qué se le va a hacer”
—piensa el sin trabajo—
y el huracán de la humedad le venda el
rostro
no más abrir la puerta.
De tanto no oler asado
se le atrofia la pituitaria
y él vacila entre quedarse y salir
que es quedarse afuera.
“Como todas las bocas miran al cielo
llueve solo agua” —dice—.
Nadie en el cielo ve cómo
también la lengua se atrofia
con el hambre.
© Eduardo Mileo
Etiquetas: Eduardo Mileo
8 comentarios:
Poema muy bien escrito Eduardo en el que reflejas con metáforas vívidas y fuertes, el momento social que lamentablemente nos toca vivir. Bella descripción de tus palabras frente a la cruda realidad. Saludo afectuoso, Alfredo Lemon desde Córdoba
Tremendo! La realidad de nuestro país...
Abrazo!
Uy, mi Dios, tremendo poema, gracias...
Tremendamente triste y actual! Felicitaciones, Eduardo!
Excelente.
mas que un poema es una novel del hambre y la miseria, muy fuerte en sus penurias.
bien poeta.
W.M.
Hola Eduardo: cuánta realidad reflejan tus palabras, acompañadas por la imagen que las refleja tan bien (creo que la puso Gus).
Hay una denuncia clara: "nadie en el cielo ve cómo la lengua también se atrofia"
Un poema necesario para quien no desea cerrarse ante el otro, para quien realmente ve al otro
Irene Marks
Durísimo!
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