Poema de Vanesa Almada Noguerón
séptimo C – Parte II
conozco la manera en que se mide
cualquier distancia imaginaria entre dos
cuerpos
salvados del error morfosintáctico pero
condenados
a una fatalidad igualmente análoga
la piedra es el agotamiento
la piedra es la torre improductiva de
hierro fundido puesta por pura presunción fálica en la mitad del paisaje
la piedra es el nombre de pila del décimo
en aparecer
una categoría no registrada de cadenas
atraviesa la plaza abandonada de mi infancia
la piedra es el hotel business class de
enfrente / que cumple esta tarde dos décadas en construcción
la piedra conserva la loza incompleta de la
suite presidencial
(hace frío en este lugar
hace frío por donde pasa la estrechez exigida
de la memoria)
conozco el frente y el fondo de algunas
cosas
conozco sus muecas faciales y su desprecio ensayado cuando camina y
cuando abandona el contorno de la calle
lleva el número de doble dígito en la
espalda y el nombre de pila puesto por pura presunción fálica en la mitad de tu
lengua
la pronunciación resulta como siempre
perfecta
no recordamos ya / el color de las butacas
nos damos las manos o mejor un beso
de cortesía
en ese exacto momento la piedra
tiene el semblante de los gusanos antes de
llegar al núcleo
algún movimiento que reconozco siniestro
hacen los vasos sanguíneos de mayor extensión y explotan en un timbre denso
explotan aunque no caen al suelo ni se
propagan
dos lobos himalayos diminutos devoran con
perversidad antropofágica partes sustanciales y también diminutas del
endocardio
la sangre que les migra desde la mandíbula
les ha dañado la pulcritud de los trajes
la piedra es el nervio conceptual que los
abraza mientras se alimentan
la pronunciación resulta como siempre
perfecta
es buena voluntad nuestro ritual de
bienvenida
somos responsables inscriptos de esta sala
llena
conozco los mecanismos defectuosos de
evacuación en caso de incendio
conozco el desapego evidente de los
pasillos y el erotismo intuitivo de los plantines en los balcones
(hace frío en este lugar
hace frío en las razones exigidas de esta
reunión
de consorcio)
lleva el número de doble dígito en la
espalda
la piedra es el nombre de pila y la
pronunciación
siempre perfecta
explota en un timbre denso
en ese exacto momento alguien vuelve a
probar en cualquier puerta el juego nuevo de llaves
una distancia imaginaria nos separa
nos damos la mano o mejor un beso
de cortesía
© Vanesa Almada
Noguerón
Etiquetas: Vanesa Almada Noguerón
1 comentarios:
Con el sello de Vanesa. ¡Gracias!
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