Poema de Marita Rodríguez-Cazaux
CISMA
Opaca laxitud por esta vida, por este
universo
de tantos como existen, enflaquecida
sombra.
Escueto caminar, siempre en grilletes.
Siempre omitir, callar. Siempre en declive
la procesión de amores que me llena.
Harapos sobre mí ha dejado el cisma,
y el pecado encontró lugar seguro.
Sólo resta velar en mortecina hucha
un corazón en mandamiento ahogado.
No habrá liturgia que salve mi condena.
© Marita
Rodríguez-Cazaux
2 comentarios:
Tremendo poema, Marita.
"no habrá lituria que salve mi condena", es impresionante.
Abrazo,
Alicia Márquez
Muchísimas gracias Gustavo Tisocco por la generosa difusión. Alicia Márquez, abrazo y admiración por tu obra.
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