7/3/18

Poema de Celina Feuerstein


  

y el cuerpo cuando se pierde el amor
¿es el mismo cuerpo?
el cuerpo que amado despertaba vivo
florecido como un árbol
de corazón de hígado de vísceras
colgando como flores
y los músculos que hacían run run
como si un motor los pusiera en marcha
las piernas esbeltas los brazos firmes
dispuestos a correr la vida y atrapar el aire
ese cuerpo después
¿es el mismo?

no es aquel cuerpo no
es otro
se afloja la carne y ya no se tensa
el músculo
en éste no se siente
dónde está el hígado dónde el corazón
como una masa informe
late despacio
se seca la piel y cae como polvo blanco
arena del desierto
los frutos
las hojitas
caen
se pudren
se oxidan


© Celina Feuerstein

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11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

muy buen poema, celina, muchas certezas. susana zazzetti.

7 de marzo de 2018, 20:47  
Blogger Celina ha dicho...

Certezas del cuerpo.. gracias Susana!!

9 de marzo de 2018, 15:04  
Blogger Noemí Correa Olivé ha dicho...

Lo confuso, después de las certezas... Muy buen poema, Celina, abrazo!!!

11 de marzo de 2018, 2:47  
Blogger Celina ha dicho...

Gracias Noemí, abrazo!

11 de marzo de 2018, 11:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Y sí, Celina, el cuerpo, el tiempo, el amor...Abrazo, Inés Legarreta.

11 de marzo de 2018, 18:40  
Blogger Claudia Tejeda ha dicho...

Escucho ese run run y luego el motor desafinado y conocido.
Un placer leerte!

abrazo

claudia

13 de marzo de 2018, 12:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ya el comienzo me atrapó y en el recorrido total no decae, sigue atrapando; no es fácil lograrlo.
Un abrazo
Betty Badaui

14 de marzo de 2018, 17:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No Celina, no es el mismo, se quedó atrás, en otro tiempo de vitalidad y ansías de vivir. El que queda es otro.

Un abrazo.

Carmen Amato

16 de marzo de 2018, 14:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...



El cuerpo se declara en tristeza, de repente. Y tu poema lo rescata.
Gracias.

Un abazo,

Alicia Márquez

21 de marzo de 2018, 10:17  
Blogger Isabel ha dicho...

Bravo, Celina! El cuerpo se separa del sujeto
como si no tuviera vida, se arrastra, se deteriora. Pienso que cuando volvemos a amar y ser amados el cuerpo se recupera. Un beso Isabel Llorca Bosco

24 de marzo de 2018, 11:40  
Blogger Adrián Terracciano ha dicho...

Maravilloso!!!!!

15 de abril de 2018, 9:01  

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