Poema de Celina Feuerstein
y el cuerpo cuando se pierde el amor
¿es el mismo cuerpo?
el cuerpo que amado despertaba vivo
florecido como un árbol
de corazón de hígado de vísceras
colgando como flores
y los músculos que hacían run run
como si un motor los pusiera en marcha
las piernas esbeltas los brazos firmes
dispuestos a correr la vida y atrapar el aire
ese cuerpo después
¿es el mismo?
no es aquel cuerpo no
es otro
se afloja la carne y ya no se tensa
el músculo
en éste no se siente
dónde está el hígado dónde el corazón
como una masa informe
late despacio
se seca la piel y cae como polvo blanco
arena del desierto
los frutos
las hojitas
caen
se pudren
se oxidan
© Celina Feuerstein
Etiquetas: Celina Feuerstein
11 comentarios:
muy buen poema, celina, muchas certezas. susana zazzetti.
Certezas del cuerpo.. gracias Susana!!
Lo confuso, después de las certezas... Muy buen poema, Celina, abrazo!!!
Gracias Noemí, abrazo!
Y sí, Celina, el cuerpo, el tiempo, el amor...Abrazo, Inés Legarreta.
Escucho ese run run y luego el motor desafinado y conocido.
Un placer leerte!
abrazo
claudia
Ya el comienzo me atrapó y en el recorrido total no decae, sigue atrapando; no es fácil lograrlo.
Un abrazo
Betty Badaui
No Celina, no es el mismo, se quedó atrás, en otro tiempo de vitalidad y ansías de vivir. El que queda es otro.
Un abrazo.
Carmen Amato
El cuerpo se declara en tristeza, de repente. Y tu poema lo rescata.
Gracias.
Un abazo,
Alicia Márquez
Bravo, Celina! El cuerpo se separa del sujeto
como si no tuviera vida, se arrastra, se deteriora. Pienso que cuando volvemos a amar y ser amados el cuerpo se recupera. Un beso Isabel Llorca Bosco
Maravilloso!!!!!
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