31/3/18

Poema de Alicia Márquez





El lejano oeste

La calle estaba siempre llena de diligencias,
de bares sospechosos y de extranjeros
de mala fama, y si no era la calle era el fondo de las casas,
y si no era el fondo de las casas
eran los patios infinitos de la infancia.
Nos escondíamos y de ahí disparábamos
a los cuatreros, o a los sheriffs, a los indios, según como
soplara el viento.
Y entonces: ¡Shelly mani mai piú sinkenauer forever!
Y la contestación:
Tiki li mon, pichu pichu!
¡Pá, pá! ¡Muérete, te acabo de disparar,
maldito!
¡¡¡Ahhhh!!! Y se moría.
Y después, todos los muertos que estaban regados por
el piso se levantaban y nos íbamos a tomar la leche.
Y el verano nos acompañaba con el ladrido de
las cigarras y la sensación absoluta de la felicidad.

© Alicia Márquez

13 comentarios:

Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Alicia, mi mejor amigo en la niñez fue un varón y uno de mis mejores juguetes flechas y arco. Mis tardes de siesta y sol eran así, así como lo decís.

abrazo
Elisabet

31 de marzo de 2018, 15:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué bueno que lo recordaste, Eli!


Un abrazo grande.


Alicia Márquez

31 de marzo de 2018, 17:50  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tardes que la memoria revive y conmueve.Gracias

31 de marzo de 2018, 18:16  
Blogger Liliana ha dicho...


Mujer, increíbles tus temáticas, tu originalidad, hermoso, disfrutable

Lily Chavez

31 de marzo de 2018, 20:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

muy bueno.Saludos.
Anahí Duzevich Bezoz

31 de marzo de 2018, 23:28  
Blogger Adriana ha dicho...

Oigo tu voz al leer el poema. Tiene tu aire. Me gustó mucho, especialmente por lo que no dice y se desprende de la anécdota: antes los muertos eran de mentira; desde hace décadas, no. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)

1 de abril de 2018, 11:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡ bellísimo!! me transporta. susana zazzetti.

2 de abril de 2018, 21:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Alicia, es tan grato sentarse a leer un relato tierno y entrador como éste. y cómo nos deja pensando en el transcurso de la vida, buenísimo poema.
Un abrazo.
Betty Badaui

4 de abril de 2018, 22:14  
Blogger mariel monente ha dicho...

bello poema !!

5 de abril de 2018, 0:23  
Blogger irepoesia@gmail.com ha dicho...

Hola Alicia: ese lenguaje inventado de la infancia que lográs reproducir, ese fluir de gritos sin inhibiciones es tierno y a la vez gracioso. Amo este poema, propio de quien comprende que la infancia sigue en el corazón de los seres sensibles. Te felicito Irene Marks

6 de abril de 2018, 8:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Kerida Alicia, siempre se hace encantamiento recorrer tus palabras y esa peculiar manera de llevarnos x tiempos escondidos y abordarlos en excelente poética. Bravo, poeta!
Abrazo
Aly Corrado Mélin

7 de abril de 2018, 8:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Tus poemas son una maravilla, Alicia querida! Un abrazo

8 de abril de 2018, 21:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

es un poema universal.
muy bien.
W.M.

22 de abril de 2018, 17:47  

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